Cuatro atletas ciudadrealeños estuvieron presentes en Silesia (Polonia) con la selección española en el Mundial de Relevos. De ellos, compitieron en el 4x100 José González y Paula Sevilla, pues Sonia Molina y Herminia Parra fueron suplentes respectivamente en el 4x100 y 4x400. El gran objetivo era la clasificación para los Juegos Olímpicos de Tokio, para lo cual necesitaban quedar entre los ocho primeros, pero ninguno de ellos lo logró.
Lo acarició el relevo femenino, que finalizó noveno con una marca de 44.38 a 13 centésimas del octavo y con la solanera Paula Sevilla en la tercera posta. «Dio rabia, aunque al menos nos clasificamos para el Mundial del próximo año en Estados Unidos, así que hay que quedarse con el lado positivo», afirma Sevilla, campeona de España de 60 lisos este año y de 100 y 200 en 2020. «Era una gran oportunidad y todos los equipos se prepararon muy bien. Nosotras fallamos en una entrega y nos quedamos fuera», añadió.
Para José González este Mundial de Relevos era su primera gran competición internacional con el equipo nacional absoluto. En 2020 se enroló en el grupo de trabajo de Manuel Fernández y ha continuado con una progresión que le permitió primero entrar en la convocatoria previa, «así que ser incluso titular del equipo fue para mí algo increíble», confiesa. Campeón de España sub 23 en 100 lisos en el año 2019 tras superar una fascitis plantar, realizó la primera posta y el equipo concluyó con una marca de 39.90, siendo undécimo, por lo que por una posición tampoco pudo clasificarse para el Mundial.
Paula Sevilla (a la izquierda), junto a Sonia Molina. - Foto: LTLos dos relevos albergan aún esperanzas de conseguir la clasificación olímpica, para lo que deberán esperar a la Copa de Europa de las Naciones, a finales de este mes de mayo. En cualquier caso, la experiencia para ambos fue muy gratificante. «Yo, que tengo 24 años, era el mayor del equipo, pero tuvimos siempre el apoyo de Ángel David Rodríguez, ‘El pájaro’, que estuvo muy pendiente de nosotros», explica González, al que todos los nervios previos le desaparecieron cuando entró en la pista. «Fue una competición espectacular, la disfruté muchísimo», añade Sevilla.
Ahora bien, y como prueba de lo duro que es el deporte, pocas horas después de aterrizar en Madrid los dos ya estaban ayer por la mañana en clase cumpliendo con sus obligaciones académicas.