Residentes en tiempos de COVID

Manuela Lillo
-

Alejandrina y Alberto han comenzado este año su formación sanitaria especializada, ella como Médico Interno Residente (MIR) y él como enfermero (EIR) y lo hacen en un escenario totalmente diferente a causa de la pandemia

Residentes en tiempos de COVID - Foto: Foto Tomas

Las circunstancias mandan y desde luego han querido que estos jóvenes ciudadrealeños hayan iniciado su formación sanitaria especializada en medio de una pandemia. Ella, Alejandrina Arenas, como Médico Interno Residente (MIR), en la especialidad de médico de familia, y él, Alberto Alcázar, como Enfermero Interno Residente (EIR) en la especialidad de enfermería familiar y comunitaria. Sus ganas y su entusiasmo lo dicen todo, para ellos no valen las quejas, han elegido la profesión que querían por vocación y ahora no vale ‘bajarse del barco’, sino adaptarse y «dar el callo», como ellos mismos dicen. 

Y eso que sus inicios no son como los de cualquiera, todo lo contrario. A finales de septiembre comenzaron esta etapa como profesionales en formación en Ciudad Real, ya con los nuevos protocolos que dicta el coronavirus: grupos reducidos, mascarilla, cursos online o nuevas dinámicas de trabajo. Eso tras una bienvenida que agradecen y que fue la antesala de la que será su realidad laboral en los próximos cuatro años en el caso de Alejandrina y de dos en el de Alberto.

«Nos toca vivir una situación un poco rara, porque nos ha pillado ahora que empezamos una formación y no la vamos a poder desarrollar como se venía haciendo, pero estamos para adaptarnos, el mundo actual es así», afirma Alberto. «Hay que trabajar, que es lo que espera la sociedad de nosotros, y hemos elegido esto porque queremos resolver problemas en cualquier ámbito, ya sea hospitalario o de Atención Primaria, que creo que está haciendo una labor excelente», agrega Alejandrina. 

Alejandrina Arenas, MIR, y Alberto Alcázar, EIR, en el Hospital General Universitario de Ciudad Real.Alejandrina Arenas, MIR, y Alberto Alcázar, EIR, en el Hospital General Universitario de Ciudad Real. - Foto: Tomás Fernández de MoyaLlegar hasta aquí no ha sido fácil. Años y años de estudio, sacrificio y formación han abierto ahora esta nueva puerta tanto para Alejandrina, de 30 años, como para Alberto, de 28, ambos naturales de Ciudad Real. Son dos de los 80 residentes que han entrado este año entre Ciudad Real y Puertollano de un total de más de 30 especialidades. Destaca la recuperación de la docencia especializada en Medicina de Familia en la Gerencia de Puertollano, donde además se cuenta por primera vez con residentes de Enfermería, en un año de récord de residentes en la región.

«En el caso de Enfermería se necesita mucho más desarrollo de esas especialidades para que se parezca al MIR, ahora mismo las especialidades no están bien implantadas, sobre todo en algunas regiones, y estamos esperando que se desarrollen todas para que se traduzca en una mejor atención al paciente y una mejora del sistema sanitario», dice Alberto como principal reivindicación, además de abogar por un incremento del número de profesionales, más frente a esta pandemia. "Pienso que lo de los aplausos está muy bien, pero creo que la principal manera de agradecerlo sería que se hicieran una buena reforma del sistema sanitario, que la necesita, porque se necesitan un montón de médicos de Atención Primaria y un montón de enfermeros para cumplir las ratios de la Unión Europea y creo que sería la mejor manera de agradecerlo", comenta Alberto, quien acumula ya experiencia en el ámbito laboral como enfermero. 

Por delante todo son retos para ellos, máxime en esta etapa marcada por la pandemia del COVID-19 en la que subrayan la enorme respuesta que han dado los sanitarios de este país. No obstante, matizan: «No somos héroes, somos personas iguales que tenemos nuestras familias, nuestras responsabilidades y que al final nos ha tocado una situación en la que hemos sido los principales referentes porque éramos los que estábamos en primera línea, igual que policías, ambulancias, farmacias, personal de supermercados...», y tantos y tantos profesionales que han estado en primera línea durante una situación tan complicada. "Hemos elegido esta profesión por algo e igual que si hay un incendio los bomberos salen, o si hay una guerra, salen los militares; hay una pandemia y salimos los sanitarios, es nuestra obligación", agrega Alejandrina. Por ello, conviven con las circunstancias que les ha tocado vivir, adptándose a ellas y con la intención de "hacerlo lo mejor posible". También reconocen cierto temor al contagio y que por ello mantienen mucha prudencia y responsabilidad para evitar contagiar a sus familiares llegado el caso. "Somos personas con familia y tenemos también ese sentimiento de llegar a trabajar con miedo, ya que además hay gente con hijos o con padres mayores", comenta esta MIR en referencia a cómo muchos profesionales sanitarios se enfrentan a esta situación extraordinaria.   

No se quejan de sus condiciones laborales, que son mejores que en comunidades como en Madrid o Andalucía, dicen. "Es verdad que en Madrid el salario era menor que en Castilla-La Mancha", comentan al mismo tiempo que señalan las diferencias que existen también en relación al precio de la vivienda, mucho más alto en la capital de España que en zonas como Ciudad Real, mientras que consideran que lo lógico sería que fuera estandarizado y reconocido en el conjunto de España al tener que hacer un examen de acceso nacional, indican en relación a las recientes protestas de los MIR madrileños.  

Del mismo modo, piden «responsabilidad social» para atajar la expansión del virus. Estas dos palabras, «responsabilidad social», son fundamentales para Alejandrina, que lamenta cierta relajación por una parte de la ciudadanía, aunque reconoce también que la sociedad española es diferente, «más cercana», que en países como China. Lamentan a su vez el incremento de los contagios en esta nueva oleada. «No faltan enfermeros ni médicos, sino plazas especilizadas», comentó por último Alejandrina Arenas en relación al conjunto del país.