La ciencia ha demostrado que los espacios naturales no son sólo beneficiosos para la salud de las personas, tanto en la prevención de enfermedades respiratorias con la disminución de contaminantes urbanos como en la salud mental de los adultos, sino también para el desarrollo cognitivo en la mejora de la memoria y la capacidad de atención. Ciudad Real cuenta con 1,2 millones de metros cuadrados de zonas verdes repartidos en 250 zonas diferentes; 19.000 árboles ubicados en 20 parques y 19 jardines; más de 10.600 árboles en viales urbanos; 242.000 metros cuadrados de áreas de césped... un auténtico pulmón verde que representa el 15,98 por ciento de la superficie urbana de Ciudad Real y al que se sumará en el futuro las más de 76 hectáreas del Parque Forestal de la Atalaya.

Y entre todos ellos, entre los más de 29.600 árboles, 30 ‘gigantes’ de 28 especies diferentes catalogados como singulares, que destacan entre sus congéneres por su edad, tamaño, forma, rareza, tradición... El de mayor antigüedad y también el de mayor altura, el ‘Pinus Pinea’ que se ubica en la mediana de la Avenida del Ferrocarril. El jefe de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Ciudad Real, José Arrieta, señala como curiosidad la adecuación del trazado urbano de esta zona para «salvar este ejemplar». Con cerca de 110 años de vida y ramificado a partir de 16 metros de altura, su esbelta figura es un icono.

Junto a ellos los olmos de los Jardines del Prado, «el parque más antiguo de Ciudad Real», que sobrevivieron a la «grafiosis que afectó a la mayoría de los ejemplares de España»; el ‘sempervivens’ de la iglesia de San Pedro, con más de 20 metros de altura y cerca de un siglo de antigüedad; el único ‘pinsapo’ de Ciudad Real, en el parque de Gasset; el ‘nootka’ del Torreón...

Un pulmón esencial por descubrir - Foto: Rueda VillaverdeY de lo singular a lo general: el ‘platanus hispanica’, más conocido como plátano de sombra, es la especie más extendida de la capital con casi 7.000 ejemplares.

Mantener tal cantidad de especies es una tarea compleja que requiere de una organización exacta y un mantenimiento continuado. Aún sin especies invasoras, el cuidado es preciso y requiere de un difícil equilibrio, tales como el control de plagas de pulgones con avispillas y mariquitas, o de la galeruca y procesionaria por endoterapia, siempre huyendo al máximo de productos químicos.

Futuro. La concejala de Sostenibilidad y Agenda 2.030, Mariana Boadella, está decidida a dar a conocer el patrimonio natural de Ciudad Real para «poder apreciar lo que tenemos, es el jardín todos». Así, se está estudiando la edición de una guía de zonas verdes y árboles singulares. «Queremos que los parques sean zonas transitadas, de actividad y de uso», recordando la importancia que supone «la incorporación de la Atalaya, que debe ser un parque de la ciudad». Sobre el entorno urbano considera que «debe crecer en cinturones verdes, que se pueda dar la vuelta a la ciudad por zonas verdes sería lo ideal. Hay que ir haciéndolo por fases».

Un pulmón esencial por descubrir - Foto: Rueda Villaverde Arrieta también incide en ampliar los espacios «implementando todas las zonas que están sin ejecutar. Es mejorable».

Además de los beneficios para la salud, Boadella recuerda que las zonas verdes reducen la huella de carbono y ayudan a aliviar las altas temperaturas en la época estival. «Con el clima que tenemos, sobre todo en verano, es necesario contar con más espacios verdes», subraya la edil.

Sobre las hojas, tema de enfrentamiento político, tanto Boadella como Arrieta inciden en que «la caída es algo natural, por supuesto que se retiran de la red viaria, de pasos de cebra, de asfaltados...», pero recalcan que «es un tema de concienciación, en los parques de otras ciudades de Europa están las hojas en el suelo y se advierte como algo normal. Hay que diferenciar entre lo que es la suciedad y lo que son las hojas».

Un pulmón esencial por descubrir - Foto: Rueda VillaverdeCon todo, y dentro de las nuevas estrategias de desarrollo sostenible, el patrimonio natural urbano se muestra como un salvavidas, un pulmón extra ante el desafío del cambio climático. 

Más fotos: