'Santa María’ es Semana Santa, y dos años sin procesiones están llevando a la tienda de la calle Reyes de Ciudad Real a una situación agónica. En condiciones normales las dos semanas precedentes habrían sido un no parar en el establecimiento de arte religioso y cofrade, pero este año, en cambio, no hay cofradías que hayan encargado velas por cajas y túnicas por docenas ni hermanos que se acerquen a por un capirote nuevo o unas sandalias.
La propietaria de la tienda, Ana Muñoz, calcula que las ventas se han desplomado más de un 75%, una importante caída de la facturación que está llevando al límite la capacidad de aguante de una empresa con 27 años de historia.
Ana Muñoz indica que están sobreviviendo gracias a los particulares que se acercan a la tienda, una pequeña pero constante afluencia que, por el momento, está salvando la situación. Acuden para adquirir recortables de Semana Santa, «los niños montan pasos en miniatura en sus casas», precisa Muñoz, quien añade que también se venden penitentes de barro, incienso, carbón y otros pequeños detalles para un cofrade.
El bastión de la empresa, es la tienda web ‘Santa María’, abierta hace cuatro años para la venta de capirotes a toda España. «En esta casa se podían hacer en una Cuaresma cerca de 500 capirotes que se mandaban a muchos puntos de España», aparte de los que ponían en las cabezas de todos los nazarenos de Ciudad Real y gran parte de la provincia. También vendían a toda España la ropa de costalero: pantalones, zapatillas, fajas, costales, morcillas ..., pero el año pasado se quedó todo en capilla y, éste, lo mismo, se lamenta tras recordar que hace dos años, quince o veinte días antes de Semana Santa la tienda es un hervidero.
Capítulo aparte son las velas. Hermandades y particulares de toda la provincia acudían a la tienda a por las eléctricas y de cera, que se venden por kilos. Este 2021, por el contrario, no se han vendido las de batería y de las otras, apunta, solo las de cirio pascual para las iglesias y para los monumentos del Jueves y Viernes, pero de nazareno «ni una», como tampoco rosarios para las mujeres que van a alumbrar con mantilla.
Ana Muñoz asevera que está siendo un año «duro» porque venimos de la Semana Santa de 2020 y de unas Navidades y fiestas patronales que tampoco fueron buenas. Las ventas se redujeron un 40% respecto a las de 2019. Con todo, dice que lo peor para un pequeño negocio como el suyo es «tener que hacer un ERTE porque no puedes pagar a un empleado», porque, sí, hay ayudas, pero los pagos son más. Ha recibido 1.200 euros del fondo de reactivación del Ayuntamiento pero «he pagado 1.198 de IBI, y suma cuota de autónomos, recibos de basura, luz, etcétera», sentencia Muñoz.