Amhida acabar con el mito de su inexistencia del TDAH

Hilario L. Muñoz
-

La entidad reivindica con juegos y la lectura de un manifiesto que exista un protocolo nacional para el tratamiento y el diagnóstico del trastorno

Amhida acabar con el mito de su inexistencia del TDAH - Foto: Rueda Villaverde

La Asociación Manchega de Hiperactividad y Déficit de Atención (Amhida) celebró este viernes en la plaza de la Constitución unas actividades abiertas a la ciudadanía con las que busca visibilizar la existencia del trastorno. Se trata de una iniciativa que tendrá su continuidad el lunes con una charla en el Colegio de Médicos en la que se busca demostrar que el TDAH es real y acabar con los mitos que apuntan a que no existe.

La presidenta de Amhida, Clara Corona, fue la encargada de leer ayer un manifiesto en el que se recordó que las entidades españolas llevan 15 años reivindicando sus derechos a los diferentes gobiernos que ha habido en el país. «No se trata de un trastorno que afecta solo a la persona con diagnóstico, afecta a todo su entorno y una buena intervención, además de mejorar la previsión de presente y futuro de la persona, puede evitar daños colaterales que suponen un coste económico para todo pero sobre todo un coste emocional», se indica en un texto, en cuya lectura participó el diputado de la Diputación Provincial de Ciudad Real Dionisio Vicente.

En el documento se pidió, con la cercanía de las elecciones, que los partidos políticos incorporen modificaciones a las ayudas del alumnado con necesidades específicas para desligar el TDAH de la discapacidad, así como la existencia de un tratamiento crónico para esta enfermedad y evitar así el copago en los adultos. Además se solicita un protocolo nacional de TDAH, en los casos de diagnóstico y atención a los afectados, y un programa de difusión estatal que trabaja en eliminar el mito de que el TDAH no existe. «15 años son muchos de negativas y rechazo a nuestras necesidades, son muchas personas con TDAH las que no han sido tratadas con justicia y que las consecuencias negativas las viven ellas, sus familias y la sociedad».