Las universidades españolas, en unos parámetros que se repiten en la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), han ganado alrededor de un 1,5% de estudiantes con alguna discapacidad en los tres últimos cursos, si bien este colectivo representa el dos por ciento del total de los estudiantes universitarios en el país en general y el 1,2% en lo que a la Universidad de Castilla-La Mancha se refiere. Así lo pone de relieve el IV Informe sobre Universidad y Discapacidad que acaba de dar a conocer el portal especializado en universidades Universia y que incluye cuestionarios de estudiantes de la UCLM.

En el mismo, se indica que la Universidad regional tiene 405 estudiantes con discapacidad matriculados en sus campus, siendo Albacete el que más aglutina, con el 40 por ciento del total de estudiantes con capacidades diferentes en sus centros. Por detrás, aunque «muy a la par», según reconocieron fuentes de la propia institución, se sitúa el Campus de Ciudad Real, que ronda también el 40 por ciento de los alumnos con capacidades diferentes matriculados en la Universidad de Castilla-La Mancha.

Además, el informe también pone de relieve que más del 90% de los estudiantes de este colectivo que están matriculados en Castilla-La Mancha cursan un grado, mientras que el resto están matriculados en alguno de los másteres que se ofertan.

perfil. El perfil del estudiante con discapacidad universitario se repite en la práctica mayoría de instituciones académicas del país y también en la región: un chicho joven y que está matriculado, principalmente, en un grado de Ciencias Jurídicas -Derecho o Administración de Empresas, por citar algunos ejemplos en el Campus ciudadrealeño-.

Respecto a la adaptación de puestos de trabajo que requiere este colectivo, el citado estudio indica que, aquí, las dos principales adaptaciones que requieren los estudiantes tienen que ver con los asientos y con el mobiliario -por ejemplo en cuanto a las mesas-. Se trata de las adaptaciones que requieren el 15% de los casos. Le sigue en tercer lugar la necesidad de la grabación de clases para que después puedan volver a seguirlas, con un 12% de los casos, mientras que el 11% de los alumnos con alguna discapacidad matriculados en esta Universidad tiene una deficiencia en la audición, por lo que su adaptación del puesto de estudio tiene que ver con contar con un intérprete de lengua de signos.

En el 10% de los casos, este colectivo de alumnos necesita pantallas u ordenadores adaptados, mientras que en menor porcentaje se dan otros tipos de accesibilidad como la preparación del material curricular accesible.

En otros casos, y en función de la discapacidad del alumno, la adaptación que necesitan para poder estar en la Universidad es que se les proporcione un mayor espacio de tiempo para poder contestar a los exámenes.

Para estudiar cada caso y facilitar la ayuda que necesiten, la UCLM cuenta con el Servicio de Apoyo al Estudiante con Discapacidad, dependiente del Vicerrectorado de Estudiantes y Responsabilidad Social.

Un servicio que, como lo pone también de relieve el citado informe del portal especializado en universidades, ha ayudado a que, cada vez más, alumnos dependientes, que antes sólo podían estudiar un grado universitario a distancia, ahora se planteen acudir a clase y hacerlo en régimen presencial.

De hecho, en Castilla-La Mancha, indican que la presencia de alumnos con discapacidad en clases a distancia es «testimonial» y que prácticamente todos los que cursan estudios universitarios lo hacen en la institución presencial.

Los técnicos de Educación que llevaron a cabo el informe, en base a encuestas que contestaron cientos de estudiantes con discapacidad de todo el país -cerca de una veintena del campus de Albacete- consideraron «muy positivo» que el número de estudiantes con discapacidad en las aulas universitarias vaya en aumento.

Atribuyeron, en «gran medida», ese aumento al hecho de que la matrícula para este colectivo ahora es gratuita, por lo que creen que esto concede facilidades para que los estudiantes acudan a las aulas, pero también a que se van «rompiendo barreras» para su inserción normalizada en la vida académica.

El hecho de que las universidades -como es el caso de la UCLM- cuenten con servicios específicos para este colectivo, que hace más fácil su día a día- es otro de los motivos por el que los expertos creen que el número de estudiantes con discapacidad en un grado universitario va en aumento. Eso sí, consideran que el incremento sigue siendo «lento» y abogan por buscar medidas que fomenten un mayor incremento en las aulas universitarias de estos alumnos.

Quedaría después otro «gran reto» como es avanzar en su inserción laboral, como lo apuntan también los autores de este informe, aunque sin profundizar en datos sobre los índices de empleabilidad de este colectivo una vez que termina su etapa universitaria.

Lo que sí advierten es que han detectado «poca continuidad» al terminar un grado hacia un máster, en estos estudiantes.