Cerca de un centenar de personas han seguido ayer la eucaristía que se ha celebrado en la iglesia daimieleña de San Pedro con motivo de la festividad del Corpus. También en Santa María La Mayor.

En ambos casos, se ha pensado en los protocolos de seguridad como la dispensación de gel hidroalcohólico a la entrada, la distancia entre fieles en los bancos que estaban sólo al 50% de su capacidad, la omisión del momento en el que se da la Paz o la entrega del Cuerpo de Cristo en la mano en la parte de la Comunión. Es la celebración 2020 del Corpus que será recordada por encontrarse en plena desescalada, a puertas de la fase 3 y dentro de un estado de alarma generado a mediados de marzo por la covid-19.

Los sacerdotes Eulalio Asensio y Jacinto Antonio Naharro han conducido una ceremonia presidida por el primero. Asensio ha aprovechado el momento del Sermón para recordar a todos los que han perdido la vida a causa del coronavirus pero también a todos los que siguen luchando, además de pedir por quienes han contribuido a superar la pandemia.

Daimiel celebra el Corpus

Tras la misa, el párroco ha portado el Corpus guiando una procesión claustral en la que se han realizado tres paradas, una frente a la imagen de la Piedra, otra a los pies de la iglesia cuando las puertas que se han abierto al realizar el rezo, y una última a la izquierda del presbiterio, todo ello acompañado con los cantos del coro.

La hermandad de Esclavos 32 ha querido estar presente en los primeros bancos del templo, donde también se posicionaban algunos miembros de la Corporación Municipal, entre ellos el alcalde, Leopoldo Sierra, y su primer teniente, Jesús David Sánchez de Pablo.

Precisamente será la hermandad la encargada de velar hasta las 19:30 horas para que todos los fieles que quieran acudir a la iglesia puedan ver al Santísimo que estará expuesto en el altar. A esa hora se realizará el rezo de vísperas y una solemne bendición.

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El caso de San Pedro es un ejemplo, pero también se vivió en otros puntos más. Fue el caso de la iglesia de Santa María La Mayor, donde se celebró igualmente ante los fieles que allí se citaron. El sacerdote Valentín Sánchez Rojas, asistido por Luis Eduardo Molina ofició la ceremonia en esta parroquia.