Segunda victoria del curso de un Villarrubia que mide sus grandes alegrías lejos del Nuevo Campo, un desplazamiento al campo del Atlético Sanluqueño que se ha saldado con un 1-2 fraguado desde el esfuerzo y con la inestimable ayuda de dos claros errores de la zaga verdiblanca. El segundo triunfo a domicilio del Villarrubia llegaba además ante un teórico rival en la lucha por la permanencia, con el que ahora empata a diez puntos en la clasificación.
El Atlético Sanluqueño CF comenzó con mucha fuerza, intentando intimidar a un Villarrubia que aguantó el arranque, pero que con el paso de los minutos comenzó a mostrar su buen hacer. Geijo se encargó de interrumpir el guión con el que se estaba desarrollando el choque, primero en el ecuador del periodo con un disparo con mucho peligro, que tuvo como réplica en una vaselina de Copete que Isma Gil desbarata; el meta local se lució en la última jugada del primer tiempo en un disparo de Javi Grillo.
A la vuelta de los vestuarios Geijo adelantaba a los locales tras un córner de Güiza. No era ni mucho menos la mejor manera de comenzar la reanudación, pero la respuesta no se hizo esperar mucho cuando Fran Minaya sacaba el balón y Carlos Martínez remataba de nuevo en el rechace haciendo que Isma Gil se convirtiese en el protagonista del choque. Y luego Seoane de cabeza a la salida de un córner. El Villarrubia buscaba el empate.
Era un partido de ida y vuelta y en el minuto 60 el Atlético Sanluqueño tuvo el segundo: Segura mandaba a Geijo y la defensa se adelantaba in extremis mandando a córner. También estuvo cerca Dani del Moral con un buen disparo y José remató de cabeza poco después obligando a intervenir a Carlos Morales, que había sustituido al lesionado Samu Diarra.
Sin embargo, cuando el Atlético Sanluqueño parecía que podía dejar muy encarrilado el choque, llegaban cinco minutos geniales del Villarrubia, a la par que fatales para los andaluces.
Dieguito empataba a placer en una acción en la que Luis Madrigal perdía el balón en la banda izquierda, se producía un centro y el atacante blanquiazul marcaba sin defensa encima.
Y después, la remontada en los guantes de Carlos Morales, que tras una acción de ataque de un Sanluqueño volcado realizaba un pase largo que dejaba a Piojo por detrás de la defensa local: su primer disparo se topaba con Isma Gil, pero en el segundo no fallaba elevando el balón.
A pesar del sufrimiento de los instantes finales, los tres puntos se marcharon a Villarrubia.