Superar la materialidad de la existencia en un cuadro está al alcance de muy pocos, transformar el silencio del lienzo modelando y perfeccionando la realidad  ya es cuestión de maestría. César Yauri (Perú, 1962) apela al virtuosismo de la técnica en 30 años entre pinceles y colores, una muestra que puede visitarse en el Museo López-Villaseñor hasta el 29 de abril.

La apariencia engaña en la obra de Yauri, y es que tiene algo más que supera el realismo al que se adhiere. Instantes congelados en el tiempo, retratos con alma y objetos con vida pugnan por explicar su significado. La muestra no es una retrospectiva al uso: con el fin de sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de Perú en 1989 comienza un recorrido ideal que concluye hasta la actualidad. Y como hilo conductor, hito que articula la estética del pintor tayacajino, se encuentra Sueño de una madre, obra con la que conquistaba el XVI Premio López-Villaseñor de Artes Plásticas en 2007. «Para mí fue un antes y un después, cuando hice este cuadro empecé a trabajar en esta línea más pegada al realismo, es lo que me ha marcado», revela Yauri.

El hiperrealismo se deja advertir en sus retratos, miradas que captan el sentir del retratado, pero no son simples reproducciones fieles, casi fotográficas, de la realidad. Yauri señala que «trato de explorar esta línea, algunos lo ven como un hiperrealismo, pero yo lo veo como una etapa y no sé en el futuro qué haré. Es algo que he decidido a partir de cosas que me han llamado la atención».

Pinceles maestros - Foto: Rueda VillaverdeSobre el retrato con varias piezas actuales, el artista señala que «es otra variante dentro de las artes plásticas, siempre lo he practicado desde mis inicios pero ahora le he dedicado más tiempo, se puede apreciar el trabajo de la experiencia, el tiempo dedicado y con el objetivo de lograr la expresión. Para mí es como un experimento».

Una de sus obras icónicas es Sintiendo a María, donde reproduce el embarazo de una joven, «un tema que tenía pendiente, el hecho era cómo hacerlo, encontrar algo que sintiera esa idea que tenía en la cabeza». También «cuando llegué a España me llamaron mucho la atención las ferias, de cómo se podía volver atrás, de revivir el pasado», y así surgió Feria Medieval, otra pieza de gran formato.

Y es que el tiempo, que parece eterno en su línea, se remueve oculto en el ideario de César Yauri.  En su serie más actual, con imágenes como Vilcabambino o Golpes de la vida, Yauri recupera el sentir más íntimo de sus orígenes, un regreso cargado de melancolía al  distrito peruano de Ahuaycha que le vio nacer.

Pinceles maestros - Foto: Rueda VillaverdeEn la muestra también aparece el bodegón, racimos de uva que evocan la tradición española del género en el siglo XVII a través de Juan Fernández ‘El Labrador’ o la propia pintura de flores, de una elegancia exquisita.

recorrido. César Yauri está afincado en Ciudad Real desde 2003. «En mi país me vi obligado a salir para seguir desarrollando mi carrera, elegí España porque la conocía de viajes previos en Toledo, Córdoba y Sevilla, en esos viajes proyecté que quería venir aquí», resalta Yauri. Su primera exposición individual en Ciudad Real la llevó a cabo en 2002 en el Museo Elisa Cendrero y ahora las puertas del López-Villaseñor se abren para la excelencia de sus pinceles.