Un veterinario que se dirigía a trabajar a una finca cinegética de Andújar encontró en la mañana de este viernes, pasadas las 7.30 horas, un lince ibérico muerto por atropello en el kilómetro 59 de la carretera CM-4111, a unos cuatro kilómetros de Viso del Marqués. Manuel Reglero, leonés afincado en Ciudad Real desde 2002, alertó del atropello al servicio de Emergencias 112 de Castilla-La Mancha, que movilizó hasta el lugar del suceso a una pareja de Agentes Medioambientales. También se desplazaron hasta el lugar de los hechos personal de seguimiento de la especie y agentes del Seprona de la Guardia Civi, quienes procedieron a realizar el protocolo de levantamiento y precintado del cadáver, que fue trasladado al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de El Chaparillo, donde se le practicará la autopsia.  Se trata de un ejemplar macho de dos años de edad que se encontraba en dispersión y que no portaba collar de radioseguimiento. Reglero, amante de la naturaleza y de la caza, explicó a La Tribuna que en el coto de caza en el que trabaja en la localidad jienense de Andújar viven cuatro linces y que su propietario «aporta 500 euros al mes de su bolsillo para la alimentación complementaria» de estos felinos. Como veterinario lamentó no haber podido hacer nada por un animal que tiene en los atropellos su «talón de aquiles». «Son confiados y poco espabilados en este aspecto», afirmó para subrayar que a pesar de las medidas correctoras implantadas por las distintas administraciones, se siguen produciendo muchos atropellos, pero «también porque, afortunadamente, esta especie en peligro de extinción se está recuperando y cada vez hay más ejemplares». Castilla-La Mancha cuenta con una población de lince ibérico cercana a los 200 ejemplares, que se ha logrado consolidar desde la puesta en marcha del proyecto Life Iberlince de 2011 a 2018. En las áreas de reintroducción actualmente se encuentran asentadas un total de 31 hembras, más otras ocho localizadas en Sierra Morena occidental.