La escalada deportiva es una modalidad en auge que ha tomado aún más impulso con la medalla de oro conquistada por el joven cacereño Alberto Ginés en los Juegos Olímpicos de Tokio. En Ciudad Real el Club Deportivo El Plafón aglutina a más de 250 socios, que encuentran en el rocódromo que han ido construyendo en la calle La Solana su punto de reunión y entrenamiento. Fundado en 2005, el club dio sus primeros pasos en una cochera junto a la piscina Puerta de Santa María, pero en 2015, y vista la aceptación, se mudaron al barrio de Larache, hasta el punto de que debido a la pandemia incluso tienen lista de espera y demandan ya más instalaciones porque, por ejemplo, no pueden practicar la modalidad vertical, que requiere de 15 metros de altura.
El nexo que une a todos los socios es su amor por el deporte y por la naturaleza. «Es un veneno adictivo, te ayuda a desconectar del día a día», asegura Paco Heredia, secretario del club. Varios socios, que son ingenieros y arquitectos y poseen formación en cálculo de estructuras, se han ido encargando de montar el rocódromo, de tal forma que se trata de «una instalación multifuncional y completamente segura», añade Heredia.
«Llevo practicando once años la escalada y nunca he visto una mala caída ni lesiones importantes», apunta Antonio García González, otro de los socios, que ha transmitido esta afición a sus dos hijos y que advierte que «el 90 por ciento de la gente que viene a probar se queda. Es un deporte desconocido, pero si te gusta la naturaleza y la montaña, es ideal».
Los hermanos Juan y Daniel Hernández. - Foto: Tomás Fernández de MoyaDentro de las actividades de El Plafón, están salidas para practicar escalada al aire libre en lugares como Cuenca, «el paraíso en Europa de este deporte», afirman.
Una de las peculiaridades de la escalada es que iguala a hombres y mujeres y es apto para todas las edades. Un buen ejemplo de ello es el grupo conocido como ‘Los Yayos’, formado por los socios Margarita Maroto, Carlos Díaz y Vicente Macías. Todos ellos han soplado ya más de 60 velas, pero se mantienen en plena forma gracias a la escalada. «Es un deporte muy saludable y lo aconsejamos a todo el mundo», señalan. Apasionados de la naturaleza, explican que «trabajas con la mente y la fuerza de tu cuerpo. Te ayuda a desconectar».
Para fomentar la práctica de la escalada entre los más pequeños, organizan también talleres de iniciación y perfeccionamiento, así como actividades dirigidas a niños. Este pasado curso, por ejemplo, la escalada se incluyó por primera vez dentro del deporte escolar.
Paco Heredia. - Foto: Tomás Fernández de MoyaEl trabajo con la base, poco a poco, va dando sus frutos. Además de que cada vez son más los niños que practican la escalada, la calidad y el talento de alguno de ellos ya destaca. Así, los hermanos Juan y Daniel Hernández Gómez, a sus 13 años, participaron recientemente en el Campeonato de España celebrado en Lugo en sus tres modalidades: bloque, dificultad y velocidad. En apenas dos años, la destreza que exhiben en los distintos trazados es admirada entre sus compañeros. «Es un deporte con el que ganas mucha fuerza y nunca te aburres porque siempre es algo nuevo. Se lo recomendamos a todos», indican.
El crecimiento del club requiere ahora de unas instalaciones más completas, por lo que han mantenido distintas reuniones con las administraciones para buscar soluciones. «En Chillarón de Cuenca, por ejemplo, se habilitó un silo para practicar la modalidad de velocidad, que es lo que nosotros no podemos entrenar», propone Heredia.
En octubre organizarán el Campeonato de Castilla-La Mancha de Bloque, un nuevo desafío en el plano organizativo y que es buena prueba de la consolidación de este club con las miras muy altas.