Asier Portillo pide paso

Eduardo Gómez
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El manzanareño ha concluido tercero en la Copa Daniel Rivas, prestigiosa prueba de promoción

Asier Portillo, en una de las pruebas. - Foto: Foto cedida por la familia

Con solo ocho años Asier Portillo (31-3-2011. Manzanares) ya se ha ganado un hueco entre las más firmes promesas del motociclismo español. ‘Asier31’, como se le conoce popularmente en el mundillo, ha concluido tercero esta campaña de la Copa Daniel Rivas, prestigiosa prueba de promoción y que es un auténtico vivero de talentos de las dos ruedas. Asimismo, este año también ha estado entre los diez primeros de la Cuna de Campeones, que concluye este mismo fin de semana en Málaga.

La afición de Asier Portillo por el motociclismo le surgió casi de forma espontánea, ya que su familia no estaba vinculada a este deporte. Durante cuatro años se fue formando en la escuela de Recas (Toledo) y desde muy pronto empezó a brillar sobre las minimotos.

Los entendidos en la materia destacan de él su técnica en las trazadas y una forma de pilotar muy fina, que recuerda los inicios de otros grandes campeones. En la Copa Daniel Rivas participan pilotos de seis a nueve años con motos iguales, por lo que la pericia de los niños es la clave. Sus actuaciones le han permitido concluir en el tercer puesto de la clasificación general, despertando el interés de técnicos federativos y de varias escuderías.

Coincidiendo con el Gran Premio de Valencia, última prueba del Mundial de Motociclismo y que se celebrará en el circuito Ricardo Tormo el fin de semana del 16-17 de noviembre, los mejores de las distintas categorías de la Copa Daniel Rivas recibirán sus distinciones y podrán disfrutar junto a los pilotos del Mundial. De hecho, su gran referente es Marc Márquez, con el que espera poder hacerse una fotografía en esa ceremonia de entrega de trofeos. 

Su madre, Marina Cruz, destaca la pasión con la que su hijo vive el motociclismo, lo que no está reñido con un buen expediente académico. De hecho, los organizadores de estas copas de promoción siempre hacen un seguimiento de las notas que obtienen los pilotos durante el curso.

«Él está cumpliendo un sueño y nosotros le apoyamos. Este deporte no es como otro cualquiera, supone un esfuerzo en lo familiar y en lo económico y, además, hay un riesgo», repasa su madre, que es feliz viendo a su hijo disfrutar sobre las dos ruedas.

Sus planes para 2020 incluyen, de momento, volver a disputar la Copa Daniel Rivas, con el ambicioso objetivo de mejorar la tercera posición de este año. Será su última campaña en minimotos y poco a poco irá probando también con máquinas superiores.