El desbroce y limpieza de La Atalaya se demora

Manuela Lillo
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Medio Ambiente confía en que estas actuaciones puedan llevarse a cabo para retirar aquellos árboles que se encuentran en mal estado o caído, una labor que estaba prevista este mes

El desbroce y limpieza de La Atalaya se demora - Foto: Pablo Lorente

La crisis del coronavirus ha paralizado todo aquello que no sea prioritario, también la gestión de zonas como el parque forestal de La Atalaya de la capital, que se ha visto aplazada aunque su desbroce y retirada de árboles caídos y arbustos en mal estado se espera para «antes del verano».

La concejala de Medio Ambiente, Mariana Boadella, reconoció que es una de las cuestiones que se ha quedado en stand by debido al estado de alarma, ya que aunque estaba previsto que esta labor se realizara este mismo mes de marzo, en concreto en sus primeros días, lo urgente manda ahora y la gestión del COVID-19 es lo primero que se debe atender. De hecho, el personal de Geacam, que se iba a encargar de estas funciones, se ha destinado a la limpieza y desinfección de diversas zonas en municipios de la provincia por el coronavirus, así como al reparto de medicamentos a enfermos que no pueden desplazarse a por ellos ni exponerse ante el coronavirus.

No obstante, desde Medio Ambiente confían en que estas labores de desbroce y adecuación se realice antes del verano, antes de que llegue el calor y de que los restos de árboles caídos o la posible suciedad que se pueda acumular en este parque forestal se pueda convertir en combustible vegetal en el caso de posibles incendios. Por esta razón, desde Medio Ambiente aplazan pero no dan por suspendida esta labor que corresponde a la Junta de Comunidades. «Estaba casi para empezar, pero espero que antes del verano se puedan hacer las acciones prioritarias», informó en este sentido.

La superficie de La Atalaya se cifraba hasta el año pasado en un centenar de hectáreas, si bien, el año pasado el Ayuntamiento participó en una subasta del juzgado para hacerse con las 400 hectáreas restantes que estaban en manos del Reino de Don Quijote, declarado en concurso de acreedores. Finalmente la administración local se hizo con esta propiedad para hacer posible que el parque forestal al completo fuera en su totalidad de titularidad pública.