El sector de la automoción es ya, oficialmente, uno de las primeras actividades económicas tocadas de pleno por los efectos del coronavirus en nuestra provincia. Con más de medio mes de confinamiento, marzo hundió las ventas de vehículos en Ciudad Real por encima del 70 por ciento, según las cifras que ofrecieron ayer los principales asociaciones que reúnen a concesionarios y fabricantes de vehículos. En concreto, el desplome en la provincia se tradujo en la venta del 73 por ciento menos de unidades si se compara con el mes de marzo del año 2019: si entonces se matricularon 586 automóviles, este año han sido 155. Esta caída es superior a la registrada de media en España, del 69,3 por ciento, y de Castilla-La Mancha, donde el bajón de las matriculaciones marcó una caída del 70,6 por ciento.

Desde Faconauto, una de las principales asociaciones de concesionarios, indicaron ayer que las cifras «hablan por sí mismas: el descalabro en las matriculaciones es histórico». De esta forma, «con los concesionarios cerrados» el sector aventura un «mercado inexistente o con caídas cercanas al 90% los dos próximos meses». Pese a ello, desde Faconauto esperan «tocar fondo antes de que acabe el primer semestre y trabajar duro en la segunda mitad del año para arrancar de nuevo el sector». Para eso indican que la acción de los gobiernos central y autonómicos «es clave para controlar el virus, pero también lo va a ser para articular un plan de choque con medidas concretas y coyunturales, si queremos que el automóvil sea realmente el motor de la recuperación». Al respecto, consideran que es «esencial que se dejen de cometer los errores de coordinación y criterio entre el Gobierno y las comunidades autónomas que estamos viendo, e incluso entre los diferentes ministerios, a la hora de poner en marcha medidas económicas y laborales tan necesarias para amortiguar el impacto de la pandemia, pero que están resultando unilaterales y que tendrán efectos negativos para las empresas, para los trabajadores y, por extensión, a la recuperación».

En Ciudad Real el mayor desplome se ha producido en el canal de ventas de empresas. En todo el mes apenas se matricularon 32 vehículos cuando un año antes salieron a la calle desde los concesionarios un total de 137. En cuanto a los particulares, las ventas retrocedieron un 72,3 por ciento, con casi 300 unidades menos matriculadas en un año.

Primer trimestre. En el primer trimestre de 2020, Ciudad Real también marca números rojos en el balance que se realiza en base a los datos de la Dirección General de Tráfico. En concreto, las cifras hablan de una caída del 32,64%, con unas 600 unidades menos, siendo el canal de los particulares el que más está acusando el desplome de las ventas, con 400 vehículos menos, apenas 585 unidades frente a las casi 1.000 del año pasado.