Durante los próximos diez días, al menos, todos los partidos que se disputen en Castilla-La Mancha serán a puerta cerrada. La medida adoptada por la Consejería de Sanidad de elevar a nivel 2 las restricciones para luchar contra el coronavirus en todo el territorio regional provocará que los clubes que aún disfrutaban de ese privilegio cierren las puertas de las instalaciones deportivas a sus aficionados, con el perjuicio económico y social que ello supone.
Así lo deberá hacer este fin de semana el Kiele Socuéllamos en la Superliga Femenina de voleibol, el Calvo Sotelo y La Solana en la Tercera División de fútbol, conjuntos que jugarán como local y que en un principio sí tenían previsto contar con seguidores en las gradas.
El Kiele Socuéllamos, que recibe este sábado al Algar Surmenor, ya ha comunicado al centenar de socios agraciados con una entrada para el partido que deberán quedarse en casa y presenciarlo por Televisión Socuéllamos. La fortuna que tiene el club es que a partir de ahora encadenará tres compromisos fuera. "Esto ha sido un jarro de agua fría. Si nos quitan los pocos ingresos que tenemos, va a ser la ruina del club", admite Kiko Santos, presidente del club.
Por su parte, desde Puertollano la queja se centra en el momento de adoptar estas medidas, a escasas horas de que se disputen los partidos y con todo ya preparado por parte de los clubes. Maxi Sáez, presidente del Calvo Sotelo, lamenta que esta medida no entre en vigor el lunes: "Esto no tiene sentido, no piensan en el trabajo de los clubes, que en nuestro caso ha sido preparar tres partidos contanto con los juveniles. Además, ya habíamos vendido entradas para el partido del primer equipo. A ver cómo lo hacemos ahora". El Calvo Sotelo, que recibe al Almagro, ya había puesto a dispisición del club visitante la posibilidad de adquirir entradas ya que tenía la posibilidad de meter hasta 750 espectadores en las gradas del Cerrú. Una situación en la que también se ha visto inmerso el CF La Solana , que el domingo recibe al Manchego, ya con las puertas cerradas de La Moheda.