Con una receta que mezcla trabajo y humildad, KIM Miguelturra se ha convertido en una de las referencias del taekwondo provincial y regional. Cerca de 150 niños imparten clases este curso a las órdenes del maestro Miguel Ángel López Fernández, en una estructura dirigida por Fernando Espinosa y que también da cabida a 40 adultos. 

En las paredes del gimnasio, una galería con las fotografías de aquellos taekwondistas que han alcanzado el cinturón negro ya revela la tradición de esta entidad.

Nombres como los de Nuria Espinosa, Nuria Delgado, el propio Fernando Espinosa, Daniel Fernández, José Manuel Ruiz o el ahora futbolista Jonathan Garceso, que en su día conquistaron un buen número de medallas nacionales e incluso internacionales, marcan el camino de los más pequeños, auténticas ‘esponjas’ sobre el tapiz.

Nadie entra ni sale de allí sin haber saludado ni haberse despedido del maestro, y es que el taekwondo es un arte marcial que logró la categoría de deporte olímpico y donde valores como el respeto, la disciplina o el orden están muy presentes.

Precisamente, el gran objetivo desde KIM Miguelturra es «la formación integral» de la persona, muy por encima de los resultados deportivos que se puedan obtener, recalcan tanto Fernando Espinosa como el maestro Miguel Ángel López. Una filosofía que no está reñida con haber protagonizado grandes gestas deportivas de los precursores anteriormente mencionados y de los que han tomado ahora el relevo, los internacionales Mario Pérez y Natalia Ruedas, formados en KIM Miguelturra y ahora integrantes de la selección española.

(El reportaje completo, en la edición impresa de este miércoles)