El pasado viernes entró en vigor el nuevo registro horario aprobado por el Gobierno y que obliga a las empresas a que sus trabajadores fichen a la entrada y la salida del trabajo, bajo amenaza de sanción. La entrada en vigor de este registro horario tiene, en cambio, un periodo de carencia que cumple el próximo 12 de mayo, fecha en la que las empresas y los trabajadores deberán haber negociado la forma de implantar la normativa en sus centros de trabajo. Esta medida tiene como fin controlar las horas extraordinarias que se realizan en el mercado laboral, y sobre todo poner el foco en aquellas que no tienen reflejo en la nómina a final de mes y que suplen, sin remuneración para el trabajador, la contratación de nuevos empleados.

En la provincia de Ciudad Real, más allá de los resultados que arrojen los datos de los nuevos registros horarios o de aquellos que manejan los sindicatos, la referencia más fiable para medir las horas extra en el territorio es la Encuesta de Población Activa que publica el Instituto Nacional de Estadística. Hasta que salga la correspondiente al primer trimestre de este año, que verá la luz en los próximos días, el último dato de referencia corresponde al cierre del año pasado, cuando la EPA contabilizaba 87.100 horas extra semanales en las empresas de la provincia de Ciudad Real. En este caso, el Instituto Nacional de Estadística no ofrece el desglose entre remuneradas y no remuneradas, por falta de muestra, pero tomando como referencia la jornada semanal de 40 horas, las horas extraordinarias realizadas en la provincia en el cuarto trimestre del año pasado suplieron la contratación de 2.177 trabajadores, en un territorio en el que en los tres primeros meses del año se han perdido 3.200 empleos según las cifras de afiliación a la Seguridad Social.

El dato es, además, el más elevado de los cuatro ofrecidos por la Encuesta de Población Activa a lo largo del año pasado en la provincia de Ciudad Real. En los tres primeros meses del año, la media de horas extraordinarias registradas en la provincia fue de 65.300 horas semanales, que descendieron en el segundo trimestre hasta las 53.300 horas semanales. En el tercer trimestre volvieron a repuntar hasta las 68.600 horas semanales, elevándose por encima de las 87.000 al cierre del año, según los datos de la EPA.