Pepe Lomas lleva 14 días en la prisión de Herrera de La Mancha, en  el departamento de Enfermería «por razones médicas», por motivos de salud, según ha podido saber La Tribuna. Mantiene que actuó en legítima defensa, por miedo insuperable al ver que una persona había entrado en su casa.

El presunto homicida y el muerto no se conocían. «Se vieron el día anterior. Estaba merodeando por la finca colindante que pertenece al hermano del acusado, quien al verle le dijo ‘como te vuelva a ver por aquí te doy dos tiros’», indican fuentes que han tenido acceso a las actuaciones. «Dicho y hecho», apunta el letrado Alfredo Arrién que ejerce la acusación particular en la causa en defensa de los intereses de la familia del muerto.

Según el letrado, su estado mental y varias circunstancias le llevaron a cometer «hurtos famélicos». No se sabe si fue a la finca de Pepe Lomas por este motivo, a robar o para ocupar la vivienda, señala el letrado tras remarcar que nadie se merece una muerte así. Por la posición en la que fue encontrado, «no se defendió, ni se abalanzó contra el propietario de la finca. No portaba armas», reitera.  

El cadáver fue entregado a los familiares, llevado a Parla (Madrid) para recibir sepultura.