Las actas por beber en la calle se triplican pese al COVID

M. Lillo
-

Boadella informa que sólo en agosto se han levantado 56 actas, frente a las 52 de todo el verano anterior. Reconoce su preocupación en este contexto de COVID

Las actas por beber en la calle se triplican pese al COVID - Foto: Pablo Lorente

Las actas que ha levantado la Policía Local de Ciudad Real por consumir bebidas alcohólicas en la vía pública se han elevado a 56 durante el mes de agosto, frente a las 52 que se levantaron por este mismo concepto a lo largo de todo el verano pasado. Así lo detalló a este diario la concejala de Medio Ambiente, Mariana Boadella, quien expresó su preocupación por el hecho de que estas actas se han triplicado y que además haya sido en un periodo marcado por los contagios por coronavirus, de modo que hizo un llamamiento a la concienciación.  

Considera que este mayor número de actas guarda relación con dos aspectos: el primero y principal, la mayor vigilancia de este tipo de infracciones a la ordenanza municipal de Ocio y Convivencia, que prohíbe beber alcohol en la calle. De este modo, detalló que ha habido «más controles» para vigilar el cumplimiento de las medidas sanitarias y eso ha conllevado también un mayor control de este tipo de conductas. De hecho, apuntó que «en muchas actas se sanciona por dos cosas: por no llevar la mascarilla o hacer mal uso de ella y por beber alcohol en la calle». El segundo factor que ha podido incidir en el mayor número de actas ha sido el hecho de que haya habido quienes consideren «más seguro beber en la calle que en un local cerrado», a lo que se suman además las restricciones que se han impuesto a los locales de ocio por parte de las autoridades sanitarias.

«Son personas que son tremendamente irresponsables y eso afecta negativamente al resto y por los incumplidores tenemos las medidas que tenemos», dijo Boadella en relación a las medidas especiales que impuso Sanidad a la capital ante el aumento de casos de coronavirus y que implican mayores restricciones para el comercio, supermercados o hostelería. Eso, dijo, mientras hay «negocios que se asfixian» para tratar de salir adelante.

Por eso, señaló la importancia de concienciar sobre esta infracción que está castigada con una multa de 60 euros y que, en el caso de los reincidentes, puede llegar a los 600 euros. No obstante, no sólo se refirió al aspecto económico, sino también a los contagios que puede provocar este tipo de comportamientos, de manera que apeló a los infractores a «pensar en su vecinos, en sus abuelos, en su familia». El perfil mayoritario de los infractores se corresponde principalmente con el de jóvenes que se reúnen en grupos de amigos y consumen alcohol, dijo. «Botellón como tal no ha habido, pero al final son como pequeños botellones porque quedan y beben», lamentó la edil de Medio Ambiente.

Además, denunció que dejan los restos de estos ‘minibotellones’ en la vía pública, lo que genera también el malestar de los vecinos y hace que se requiera de la labor de los servicios de limpieza. Boadella indicó que el incremento de actas se ha registrado también en otras ciudades. «En un mes se han levantado más actas que en todo un trimestre entero del año pasado», dijo en relación al mencionado incremento registrado en el mes de agosto a pesar de estar en plena pandemia de coronavirus.