El invierno caluroso y seco registrado en la región repercutirá en un descenso de la producción de Azafrán de La Mancha. La cosecha será inferior a la de 2018, año en el que se batió el récord con más de 900 kilos. Sin embargo, las lluvias de las últimas semanas evitarán que caiga a niveles de 2017, cuando apenas se recogió media tonelada debido a la persistente sequía. «Será una cifra intermedia entre 2017 y 2018», avanza a La Tribuna el presidente de la Denominación de Origen Protegida Azafrán de La Mancha, Carlos Fernández, que se muestra «optimista» de cara al inicio de la nueva campaña, aunque prefiere esperar unos días para realizar una previsión más exacta, ya que «es un cultivo muy sensible a los cambios de humedad y temperatura». El comienzo de la campaña se retrasará este año al 18 o 20 de octubre debido, precisamente, a las altas temperaturas. Y se extenderá a lo largo de un mes, hasta el 20 o 25 de noviembre. Aunque hasta el próximo martes no se conocerán los datos oficiales de superficie plantada, la provincia de Albacete será un año más el referente regional, seguido de Toledo y Cuenca. La producción en Ciudad Real se situó en 45,57 kilos en 2018, con 354 explotaciones y 135 productores acogidos a la DOP Azafrán de La Mancha, lo que representa un significativo incremento en relación a la campaña anterior. Destaca el rendimiento por hectárea alcanzado (7,05), puesto que predominan los azafranales de regadió. A la espera de que comience la recolección de la flor, Carlos Fernández subraya que el precio del azafrán se ha estabilizado en los mercados, después de que la campaña récord de 2018 provocara una importante caída de las cotizaciones, pasando de unos 2.750 euros el kilo a alrededor de 2.000, un cifra con la que los agricultores apenas pueden hacer frente a los costes de producción. Actualmente, el precio oscila entre los 2.300 y los 2.600 euros el kilo más IVA, «una cuantía que depende del acuerdo al que lleguen las partes interesadas». Además, el presidente de la DOP apunta a un récord en el volumen de negocio, puesto que «ya se han vendido casi 700 kilos de Azafrán de La Mancha de la pasada campaña». La mitad del Azafrán de La Mancha se vende en España, mientras que Estados Unidos aglutina prácticamente el 50% del que se exporta fuera de nuestras fronteras. Fernández advierte un ligero repunte en las ventas a Alemania, Francia y Reino Unido, pero hace hincapié en que «China y Rusia son dos de los clientes en los que tenemos que trabajar en los próximos años». En cuanto al volumen de producción, Irán es la primera potencia mundial, aunque «el Azafrán de La Mancha está a la vanguardia en lo que a calidad se refiere». Al igual que su predecesor en el cargo, uno de los retos del nuevo presidente de la Denominación de Origen Protegida Azafrán de La Mancha es combatir el fraude comercial. En este contexto, Carlos Fernández mantuvo hace unas semanas una reunión en la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural para abordar esta problemática. Un encuentro «fructífero» del que salió el compromiso de elaborar un documento que refleje todas las actuaciones necesarias para atajar la venta fraudulenta de este producto. Fernández destaca la «buena voluntad» de la Administración regional de avanzar en la solución de este conflicto comercial. Explica que el resto de azafrantes «no pueden recoger en sus etiquetas el el nombre de localidades que estén acogidas a la DOP Azafrán de La Mancha, ni reflejar términos como La Mancha o manchego ni utilizar logos que evoquen a La Mancha». Reclama que se aplique una normativa europea existente para que, en caso de una posible confusión, «se indique el origen de la materia prima».