Un puzzle de incógnitas

Eduardo Gómez
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Félix Rubio, organizador de carreras, explica las dificultades para confeccionar ahora el calendario

Félix Rubio, sobre una handbike, modalidad de ciclismo adaptado. - Foto: Pablo Lorente

La crisis del coronavirus ha golpeado con fuerza a todo el deporte y uno de sus estamentos, el de los organizadores, no es ajeno a ello, evidentemente. En Ciudad Real un buen ejemplo de ello es Félix Rubio, presidente de la Fundación Ciclista de Castilla-La Mancha y que ha visto cómo en los últimos días tenía que aplazar la Copa de Europa de Ciclismo Adaptado que tenía organizada para este mismo fin de semana en la provincia de Cáceres, la Copa de España que Ciudad Real iba a acoger el 26 de abril, así como el Campeonato de España de esta disciplina, que iba a organizar por séptima edición consecutiva. 

Rubio, integrante de la Comisión de Ciclismo Adaptado de la Federación Española, deja claro que «la salud es lo primero», si bien, desde la incertidumbre del momento que vivimos sigue trabajando para encajar las piezas.

Con el aplazamiento de todas las pruebas previstas para las próximas semanas por parte de la Unión Ciclista Internacional (UCI), el gran problema ahora es buscar las fechas idóneas y replantear los calendarios, partiendo de la base de que no se sabe cuándo se va a poder retomar la normalidad. «En el mejor de los escenarios estaríamos hablando de septiembre como mes para retomar la actividad normal de las competiciones», confiesa el representante de Fucicam.

Así, tanto la UCI como la Federación Española de Ciclismo (RFEC) están estudiando la posibilidad de ampliar la temporada hasta el 29 de noviembre. Es decir, se concentraría toda la temporada en apenas dos meses. Sin embargo, la dificultad entonces surge a la hora de cuadrar fechas y coordinarse con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, Protección Civil y los servicios municipales, teniendo en cuenta además que «este problema sería propio de todos los deportes, no sólo del ciclismo», analiza Félix Rubio.

reinventarse. La propuesta de la Federación Española es concentrar pruebas, de tal forma, por ejemplo, que «la Copa de Europa pueda ser valedera también como Campeonato de España. Toca reinventarse en un escenario mucho más complejo de lo que parece, ya que esto es un problema global».

Para Félix Rubio, que también ha sido ciclista y director deportivo, «la pérdida económica en el ciclismo, y en el deporte por extensión, va a ser bestial. No hay calendario y no todas las pruebas se van a poder organizar», advierte.

En su caso particular, la Copa de Europa que tenía previsto disputar este mismo fin de semana en la provincia de Cáceres contaba con un presupuesto superior a los 45.000 euros y tenía previsto reunir a 120 corredores de España, Holanda, Israel, Portugal, Francia, Irlanda, Polonia y Rusia.

Para el 26 de abril tenía adjudicada la Copa de España en Ciudad Real el 26 de abril y estaba trabajando también en la organización de los Campeonatos de España de Ciclismo Adaptado, de los que Ciudad Real fue sede en dos ediciones. Una cita que se desarrolla durante tres días y que cuenta con un presupuesto aproximado de 35.000 euros, en la que participan 130 corredores y que supone mover a casi medio millar de personas, entre técnicos, personal federativo, médicos, jueces… 

«Con estas pruebas se consigue un retorno económico muy importante y para las sedes merece la pena», relata, con el deseo de que pronto todo vuelva a la normalidad.