Tal y como denotaba su lema de este año, ‘Conecta con la vida’, la prevención del suicidio ha protagonizado la conmemoración este jueves del Día de la Salud Mental. Con motivo de esta efeméride, la asociación Salud Mental Castilla-La Mancha (la antigua Feafes) celebraba un acto en Toledo con afectados por estas dolencias y sus familiares al que acudió el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz.

La presidenta de la asociación,  Mari Carmen Navarro, recordó que la problemática de las personas que deciden poner fin a sus vidas está en aumento, como muestran las cifras. Así, según datos de la OMS, se estima que cada año mueren unas 800.000 personas en el mundo por este fenómeno, y en la región se dan unas 100 muertes anuales por esta causa. «En Castilla-La Mancha, cada dos días muere una persona por esta causa», enfatizaba por su parte el consejero de Sanidad.

Navarro recordó que el suicidio ya es la segunda causa de muerte entre la población de 15 a 30 años, superando a los accidentes de tráfico.

Por ello, celebró que una estrategia frente al suicidio ya haya sido incluida en el actual Plan de Salud Mental de la comunidad.

Fernández Sanz, por su parte, destacó el esfuerzo de prevención que iba a acometerse para paliar las conductas suicidas. Para ello, anunció un enfoque «transversal»  en el que se comprometerían departamentos como Educación o Empleo.

Evitar la «chabacanería».

Tanto Navarro como Fernández Sanz insistieron en el papel que deben jugar los medios de comunicación en la prevención del suicidio exponiendo su existencia y facilitando un diálogo sobre los modos en que debe evitarse que se produzca.

Preguntado sobre el cambio de paradigma que esto supone para la profesión periodística, cuyos miembros han sido instruidos en la máxima de no hablar nunca de los suicidios en los medios para evitar la emulación de estas conductas, el consejero de Sanidad explicó  que mostrar el hecho del suicidio  puede contribuir a «acabar con el estigma» que hoy sufren las personas con tentaciones suicidas. Esto puede ayudar a que estas personas superen su aislamiento y reciban ayuda para superar sus deseos de hacerse daño a si mismos.  Por ello, afirmó que la receta a la hora de abordar el suicidio en los medios de comunicación es «hacerlo con naturalidad pero sin chabacanería», evitando excesos sensacionalistas en el relato de estas realidades. Sanz destacó que los medios de comunicación regionales están siguiendo en su conjunto un modo correcto a la hora de enseñar la existencia del suicidio en la sociedad.