Vecinos y hosteleros recurren la nueva ordenanza del ruido

M. Lillo
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La concejala de Medio Ambiente de Ciudad Real, Mariana Boadella, afirma que se analizarán las alegaciones presentadas, aunque es una normativa «muy trabajada»

Uno de los medidores de ruido. - Foto: Rueda Villaverde

La Plataforma de Vecinos del Torreón y la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería han presentado alegaciones a la nueva ordenanza de ruido, unas alegaciones que ahora deben ser analizadas para determinar si se incluyen o no en el nuevo reglamento.

La concejala de Medio Ambiente, Mariana Boadella, explicó a La Tribuna que el plazo de presentación de las alegaciones acabó este lunes, tras la aprobación inicial de esta nueva ordenanza en el Pleno. En sus alegaciones, un total de 16, los vecinos «piden bajar los niveles acústicos», si bien Boadella comentó que «no tienen en cuenta la nueva forma de medir», que contemplará también el ruido «tonal y de baja frecuencia», por lo que la edil considera que «al tener en cuenta esos dos componentes es más estricto en los niveles de ruido». Del mismo modo, comentó que las alegaciones de los vecinos también se refieren a los planes de zonas específicos, ahora denominados ZAS, en los que se tendrá que tener en cuenta -dijo- la situación en la que quedan los locales de copas en el Torreón una vez que pase la pandemia. En cualquier caso, afirmó que «el problema es la gente en la calle» y no en el interior de los propios establecimientos, los que tendrán que tener no obstante «un vestíbulo acústico», es decir, una doble puerta para que no trascienda el ruido hacia el exterior.

Por lo que respecta a las alegaciones de los hosteleros, la propia asociación provincial confirmó su presentación e indicó que sus propuestas se centran en «aspectos técnicos» enfocados desde el punto de vista de la defensa del sector, según explicó la gerente de la asociación, Cristina Miranda. Entre estas cuestiones se encuentra la medición del ruido de fondo, es decir, con los locales vacíos y la comparativa con el ruido que trasciende al vecino. Boadella indicó que también se incluyeron modificaciones en el borrador original rebajando de forma considerable las sanciones para las actividades económicas de 300.000 a 12.000 euros.

«Es una ordenanza muy trabajada», destacó la edil que añadió que como ayuntamiento tienen que «proteger el descanso, haciéndolo compatible con la actividad en la ciudad». De este modo, se ha abordado una ordenanza que sustituye a la anterior y que data del año 2002.