Las cifras de matriculaciones ya daban una pista:en 2019 salieron de los concesionarios casi 700 vehículos más impulsados por gasolina que por gasóleo. La incertidumbre generada en torno a los vehículos que utilizan el gasóleo como medio de ‘vida’, amenazados con su expulsión de las carreteras por cuestiones medioambientales, a largo plazo, provocó un giro en las estadísticas de ventas, sobre todo de turismos, donde los vehículos de gasolina son los reyes en las matriculaciones en Ciudad Real y en el resto del país desde 2018.
Ese vuelco a la estadística ha supuesto también un despegue de las ventas de la gasolina, que en 2019 repuntó casi un ocho por ciento en Ciudad Real, con un ritmo de ventas que no se contabilizaba en la provincia desde el año 2002.
El presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio, Francisco Molina, confirma ese repunte de las ventas de gasolina en las estaciones de servicio es fruto del aumento del parque automovilístico impulsado por este combustible para el que, como al diésel, todavía prevé una larga vida «porque los nuevos vehículos son muchos menos contaminantes y el parque de vehículos eléctricos se estima que crecerá apenas un cinco por ciento en los próximos diez años».
Asociaciones como Faconauto analizan que el mercado de venta, sobre todo el de los particulares, ha arrancado este 2020 «con la misma tendencia negativa» que el año pasado. «Aunque está claro que el diésel forma parte de la solución para abordar este periodo de transición hacia la descarbonización de la movilidad, y a pesar de que también este combustible será, bajo nuestro punto de vista, determinante para que el sector cumpla con los objetivos de emisiones de CO2 establecidos por Europa para este año, el comprador sigue sumido en la duda y en el desconcierto, de ahí la caída en matriculaciones del canal de particulares».
Eso no significa que el diésel se haya enterrado. De hecho, de los 400.000 vehículos que conforman el parque automovilístico de Ciudad Real, más de 240.000 utilizan este combustible, entre turismos, camiones, furgonetas o remolques. Eso hace que el gasóleo A siga siendo el más demandado en las estaciones de servicio de la provincia, donde por cada litro de gasolina que se vende, se comercializan siete de gasóleo, combustible que encadena seis años seguidos marcando alzas en sus ventas, aunque a ritmos menores afectado por esa incertidumbre que afecta a las ventas actuales pero que mantienen a este combustible en el líder, aumentado sus ventas sobre todo gracias a una flota de transporte que se ‘alimenta’ casi exclusivamente, d diésel.
Molina corrobora con su experiencia del día a día esas cifras que recopila la Corporación De Reservas Estrategicas De Productos Petrolíferos (Cores) . «En las estaciones de servicio que tengo en la A-4 se nota más movimiento, la gente sale más y la economía, pese a los problemas que todavía hay, está mejorando». Así ocurre, por ejemplo, con el trasporte, en especial por carretera, considerado siempre un «buen termómetro» de la evolución de la economía, ya que es un sector estratégico que vincula la producción de bienes y el consumo.
Un caso aparte es el vehículo agrícola. El gasóleo B, el que se usa para maquinaria agrícola, pesquera, embarcaciones y vehículos autorizados sufre el primer bajón en sus ventas desde el año 2014. Un dato que tampoco pilla de sorpresa a las asociaciones agrarias que han trasladado a la calle y a las carreteras -el próximo lunes tienen previsto «paralizar» la provincia con el corte de varias vías- los múltiples problemas por los que atraviesan en cuanto a la supervivencia de sus explotaciones. El consumo de este tipo de gasóleo se reduce casi el seis por ciento con una perspectiva aún más negativa para este 2020, en el que la falta de recursos en los pantanos, por ejemplo, deja la campaña de siembra en el aire en entornos de los pantanos de Gasset, El Vicario o Torre de Abraham.
También se reduce el gasóleo C, el que sirve para calentar las viviendas. En este caso, la fluctuación depende de las condiciones climatológicas que se den a lo largo del año. El invierno de 2019, por ejemplo, fue calificado por la Aemet como uno de los más cálidos de la historia, en concreto, el decimotercero de toda la serie histórica en España.