¿Cuántos ciudadrealeños hay en el extranjero?

I. B.
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Socuéllamos y Almadén se 'cuelan' entre los municipios más poblados en la lista de habitantes residiendo en el extranjero; la capital fue el lugar de donde más gente se fue en 2018 y Carrión, localidad a la que más regresaron

De todos los rincones

Hay una circunstancia que llama poderosamente la atención de la emigración ciudadrealeña hacia el extranjero: no hay municipio, por pequeño que sea, que no tenga a uno de los suyos viviendo en otro país. Así lo recogen las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) a las que ha tenido acceso La Tribuna, que muestran algunas circunstancias interesantes, como por ejemplo que el pueblo más pequeño de la provincia, Villar del Pozo, no es el que menos vecinos tiene en el extranjero, y que dos localidades, Socuéllamos y Almadén, se cuelan entre las más pobladas entre las que más vecinos tienen conquistando otras tierras.

La capital es, por supuesto, la localidad con más vecinos en el extranjero, y es también de donde más se fueron el año pasado, 48 más el año pasado para reunir a 1.602 ciudadrealeños en el exterior, y Carrión de Calatrava, con seis retornos, fue la localidad de la que más volvieron dentro de una dinámica en la que 22 municipios recibieron expatriados y 42 incrementaron ese éxodo.

Natalia Perona, un billete de ida con la vuelta aún por sellar

Natalia Perona es una de las ciudadrealeñas que residen en la actualidad en el extranjero. Detrás de su salida está el impulso que ha llevado a decenas de vecinos y vecinas de la provincia a buscar suerte en otros lares, el de buscar una mejor salida laboral. «No había trabajo y en todos los puestos a los que podía acceder por mis estudios en administración y finanzas pedían un nivel alto de inglés», confiesa, por lo que decidió hacer las maletas y hace poco más de un año se marchó al Reino Unido.

Natalia cumple el perfil del éxodo en la provincia. Tiene 25 años y es de Tomelloso aunque también residió en Socuéllamos, desde donde partió en busca de nuevos horizontes. Trabajó un tiempo como au pair con una familia con la que vivió «una experiencia estupenda», pero cuando su nivel de inglés mejoró decidió que era momento de ‘independizarse’. Vive en Bournemouth y es una de las 610 ciudadrealeñas que vive en el Reino Unido. «Ahora trabajo como camarera en un hotel de cuatro estrellas y la verdad es que estoy muy contenta», no sólo por la posibilidad de «ser independiente», sino por la experiencia que supone vivir en el extranjero. «Manejas otro idioma, otra cultura, te adaptas a otras costumbres... La verdad es que es una experiencia muy recomendable», asegura.

De todos los rinconesDe todos los rinconesEs cierto que la idea de volver sigue presente. «Algún día seguro, porque al final echas de menos a tu gente, a tu familia, y estás viviendo lejos», afirma, «pero por el momento no me lo he planteado». De hecho, establece incluso un horizonte temporal para la vuelta. «Al menos otros dos años», explica desde la distancia.