«Se autoriza el uso de la lata de uso alimentario para formatos de entre 18 y 40 centilitros en vinos blancos, rosados y tintos jóvenes, según lo marcado por la legislación vigente». Esta frase introducida en el pliego de condiciones de los vinos con Denominación de Origen Protegida La Mancha abre la puerta a que la DO manchega entre en uno de los mercados que más progresión tiene con un envase que permitiría acceder a recintos hasta ahora vetados al vino. Se trata de un cambio normativo que sigue en estudio por la DO para saber si se mantienen los parámetros de calidad en este formato.
«Lo aprobamos en comisión porque era necesario abrir la comercialización a todo tipo de envases, ya que había bodegas que así lo demandaban», explicó el presidente de la DO, Carlos Bonilla, tras publicarse esta semana en el Diario Oficial el nuevo pliego de condiciones. Con todo señaló que se está «en pruebas», lo que implica que se están analizando los vinos desde que se aprobó la posibilidad, hace casi un año, para ver «cómo evoluciona tanto en blanco como en tintos». «Estamos en la fase de valorar si el vino con Denominación de Origen La Mancha merece la pena venderlo en lata», indicó Bonilla, quien explicó que «no es algo definitivo». La idea es que «cuando se abra una lata, ese vino tenga todas sus cualidades».
Hay que tener en cuenta que ya hubo un cambio normativo hace casi dos años, cuando se introdujo la posibilidad de envasar en vino en bolsa, el llamado Bag in Box, que ha abierto el mercado de los vinos de La Mancha a la hostelería del norte de Europa, más acostumbrada a estos formatos para atender a sus clientes y servir en copas. En este sentido, Bonilla expuso que el vino en lata «podría abrir otros mercados» y entrar en espacios, como los conciertos y macrofestivales, donde el cristal está vetado.
«Muchas bodegas ya lo están vendiendo», aunque se trata de vinos sin el sello de calidad de la denominación de origen La Mancha. En este sentido, se sabe que los blancos, con rotación para evitar que permanezca mucho tiempo en el envase, tienen una buena salida, pero el problema es que en La Mancha tienen un mayor protagonismo los tintos.
Por este motivo, lo que falta por saberse es si «el vino evolucionará bien» y exponer también si es necesario desarrollar un sistema nuevo de producción, para mantener en perfecto estado el vino. La intención es que en 2022 se decida de forma definitiva si habrá vino en lata en el que aparezca la marca de DO La Mancha. «Llevamos tiempo haciendo pruebas, casi un año, y en este tendremos que definir si merece la pena o no» esa comercialización en lata.
Son varias las denominaciones de origen que se encuentran analizando esta posibilidad de envasar el vino en lata, ya que es un envase que «se va a imponer». «Si mantiene las cualidades del vino cualquier denominación de origen no tendría problemas en envasarlo, pero si no las mantiene cualquiera se echará para atrás porque lo más importante es que el vino llegue con todas las cualidades al consumidor», concluyó Bonilla.