La provincia de Ciudad Real vivió en 2019 un repunte de la tasa de abandono escolar prematuro, según los datos que recopila el Instituto Nacional de Estadística (INE). Tras años de descenso, por primera vez, en 2019 ocurrió un incremento de esta cifra que marca el abandono temprano de la educación en las personas que tienen entre 18 y 24 años y que no ha completado la educación secundaria de segunda etapa, tercero y cuarto de ESO, y que además no sigue ningún tipo de formación. El dato, basado en la última encuesta de población activa, es del 16,5 por ciento al cierre del pasado año, según las cifras aportadas por el INE a La Tribuna de Ciudad Real.

En el año 2018, para el mismo periodo esta cifra era del 15,1 por ciento y en los periodos anteriores el dato fue del 15,9 por ciento en 2017 y del 21 por ciento en 2016, lo que muestra que en 2019 se rompió una racha de, al menos, tres años en que el porcentaje de personas activas que habían abandonado el colegio estaba en descenso. De hecho, si se acude a los datos de hace una década, en 2009, la tasa de abandono escolar fue del 34,2 por ciento, lo que muestra esa línea descendente durante los últimos cursos.

Hay que tener en cuenta que esta situación no ocurre así en la Comunidad Autónoma, se vienen produciendo descensos en las cifras de abandono escolar desde el 23,2 por ciento que hubo en el año 2016 al 20,2 registrado para 2019. En esa comparativa con datos de hace una década el abandono escolar estaba en el 34,6 por ciento. Hay que tener en cuenta que no es la misma tasa de abandono para hombres en la región, situada en el 25,7 por ciento, que para mujeres, en el 14,4 por ciento, y de hecho para ellos sube la tasa en un punto mientras que para ellas baja en otro.

Igualmente, la cifra para el conjunto de España fue del 17,3 por ciento. Un dato, que como ocurre en la provincia y en Castilla-La Mancha, incumple con las pretensiones de la Unión Europea, que habían fijado que en el año 2020 se situara en el 15 por ciento. De hecho, en el conjunto de los países del continente la tasa se sitúa en la actualidad en el 12 por ciento.

Un aviso. Los sindicatos se toman el incremento ocurrido en la provincia de Ciudad Real como una señal ante la necesidad de recuperar las figuras de apoyo en la diversidad. Así lo explicó la presidenta de ANPE Ciudad Real, Mónica Sánchez de la Nieta, quien dijo que «para que el abandono escolar disminuya hay que apostar por los programas de refuerzo, ya que los menores que abandonan es porque en la etapa de Primaria y en la Secundaria, las dos obligatorias, no han ido obteniendo unos buenos resultados y si no ha habido programas de apoyo la dificultad ha sido más grande». Se trata de jóvenes que al cumplir la edad para dejar de estudiar , «se marchan para buscarse la vida porque no han obtenido la titulación y no pueden ni continuar en ciclos de grado medio».

Por estos motivos, para Sánchez de la Nieta, igual que durante un tiempo bajaron las tasas de abandono escolar, ahora podrían volver a subir si «la Consejería no apuesta por los programas que con los recortes se eliminaron» y ocurre «una bajada de ratio, para que los profesores puedan atender a la diversidad tanto por encima como por debajo».

La presidenta de ANPE explicó que hay programas de apoyo como son Prepara-T, Ilusiona-T y Titula-s, tres proyectos que están financiados con fondos europeos y que buscan ofrecer un apoyo para lograr los objetivos de la Unión de abandono escolar. Se trata de iniciativas que deberían contar con fondos del Gobierno regional, en su opinión, para que este profesorado en vez de trabajar de enero a junio lo hagan «desde el 1 de septiembre, para que haya un plan estratégico para estos alumnos», indicó Sánchez de la Nieta.

Por parte de CSIF, el presidente regional del sector de Educación, José Antonio Ranz, recordó que es significativa en las cifras de abandono la diferencia que existe entre sexos, y que implica que «de cada cinco personas que abandonan el ciclo educativo tres son hombres y dos son mujeres». Ranz apuntó que «el paro juvenil en España es el más alto de Europa, lo que implica que estas personas que abandonan los estudios no encuentran trabajo». Desde CSIF apuntaron que hay cinco acciones para reducir el abandono escolar y que implican «bajar los ratios, menor número de alumnos por aula; aumentar la inversión educativa hasta el 7% del PIB, que es lo que marca Europa; que los itinerarios educativos sean reversibles; mejorar la atención a la diversidad; y sobre todo impulsar la formación profesional».

En cuanto al incremento, Ranz explicó que durante los años de crisis ocurrió un fenómeno por el que mucha gente que había abandonado la escuela volvió a los centros educativos. «Antes de la crisis la gente con 16 años podía irse a trabajar porque tenía un trabajo más o menos estable y con sueldo» pero «toda esa gente tuvo que volver a estudiar a partir del año 2012 porque no tenían trabajo». El responsable del sector de Educación de CSIF explicó que ahora tras el abandono hay «desmotivación» o jóvenes que «no ven salida» en la educación. Se trata, por ejemplo, de personas que llegan a cuarto de la ESO con 18 años, tras repetir en Primaria y Secundaria, y que llegan con 18 o 20 suspensos tras haber pasado de curso por edad. «Llegan de forma estéril porque no tienen posibilidades de titular», indicó Ranz, de ahí la importancia de los itinerarios reversibles para estos jóvenes.