Uno de los cambios positivos que conlleva el coronavirus es la diversificación de ciertas pruebas o exámenes que antes tenían sedes, casi fijas, donde desarrollarse y que ahora buscan incrementar las opciones para facilitar la distancia de seguridad. Éste es el caso del examen para médico interno residente que nunca se había celebrado en Ciudad Real y que este año tendrá sede en la capital. De hecho 127 personas han solicitado hacer la prueba en Ciudad Real con egresados de las facultades de Medicina procedentes de Cataluña, Aragón o Andalucía. No solo habrá estudiantes ciudadrealeños, lo que muestra la importancia que puede tener Ciudad Real como futura sede de estos exámenes más allá de la pandemia.  

Lo que falta por saber es cuál será el espacio físico para realizar la prueba. La facultad de medicina se ofrece como posibilidad y, de hecho, a los egresados ciudadrealeños les gustaría que fuera así para jugar en casa, según comentó la decana en funciones de la facultad, Inmaculada Ballesteros, quien calificó de «buena noticia» el alto número de personas que han solicitado Ciudad Real como sede de su examen. 

El caso del examen MIR de Ciudad Real no es el único de nueva sede por la pandemia en la provincia. Por ejemplo, el pasado viernes se anunció que Puertollano será sede también de las pruebas de enseñanzas medias, en concreto de la asignatura de Procesos de Gestión Administrativa, sumándose a Ciudad Real como segunda sede de los exámenes. Mientras, la capital acogerá Lengua Castellana y Literatura, Matemáticas, Inglés y Sistemas y Aplicaciones Informáticas.

Ser sede implica un ingreso extraordinario para la ciudad, durante una jornada, gracias a la llegada de los opositores. Por ejemplo, en Ciudad Real supone un día con hoteles llenos, con años en que ha supuesto incluso que no queden plazas libres en varios municipios próximos a la capital.