A sus 27 años, María Morales dará sabor tomelloseros a la novena edición del concurso MasterChef que arrancó ayer en TVE. Coordinadora de eventos, se presenta en la web del programa como "extrovertida y con un carácter fuerte".
Enamorada de su tierra y en su pueblo, "tiene todo lo que necesita para ser feliz. Le encanta vivir rodeada de calma y tranquilidad". Estudió Turismo, trabajó cuatro años en un hotel "haciendo de todo un poco, y después de sacarse el Máster descubrió que eso no era lo que quería en la vida".
Se define como familiar y siempre que tiene tiempo libre lo aprovecha para disfrutar de los pequeños momentos con su gente. "Muy impulsiva, aunque también recula con facilidad cuando se equivoca", se enamoró de su novio en la feria de su pueblo, "se lo ligó y tras superar una etapa de turbulencias ahora él está reconquistándole y ella haciéndose la dura".
Asegura que uno de sus principales objetivos en la vida es crear su propia empresa de catering y eventos. "María necesitaba un nuevo empujón en su vida y siente que es el momento perfecto para entregarse a las cocinas y perfeccionar sus conocimientos. Le encanta aprender y llega con muchísima ilusión para dar el salto definitivo que le lleve a construir ese nuevo futuro".
Ayer comenzó su andadura en un concurso que busca a los mejores cocinillas entre las más de 70.000 personas que se presentaron al cásting. María recibió su delantal gracias a unos galianos que convencieron a Jordi Cruz, Pepe Rodríguez y Samantha Vallejo-Nágera.