Admiten el tráfico de drogas destapado por una prostituta

Pilar Muñoz
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Nueve de los once encausados en una trama de tráfico de drogas destapada en Tomelloso admiten el delito denunciado por una prostituta tras recibir una paliza de uno de ellos por no pagarle dos gramos de cocaína

Admiten el tráfico de drogas destapado por una prostituta

La denuncia de una mujer que ejercía la prostitución en Tomelloso y consumía cocaína ha sentado en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Ciudad Real a once personas, ocho hombres y tres mujeres, por un delito de tráfico de drogas. Nueve de ellos han admitido los hechos destapados a raíz de una denuncia presentada el 17 de julio de 2017 cuando una mujer que ejercía la prostitución se personó en el cuartel de la Guardia Civil de Tomelloso para denunciar que un hombre la había agredido porque le debía 80 euros por dos dosis de cocaína que le había vendido.

Las nueve personas (seis varones y tres mujeres) que han reconocido el delito de tráfico de drogas se enfrentaban a peticiones de pena que iban desde tres años y ocho meses a cinco años de cárcel. Tras el acuerdo de conformidad, que pasa por el reconocimiento expreso de los hechos, han aceptado penas de prisión que oscilan entre un año y dos meses y tres años y medio. A algunos se les ha estimado la circunstancia atenuante de drogadicción. Y en el caso de otro de los encausados, el fiscal ha modificado la calificación inicial en relación a la sustancia intervenida, marihuana en lugar de cocaína, que causa grave daño a la salud. 

Dos de los 11 acusados no han suscrito el acuerdo de conformidad y han preferido ir a juicio al mantener que son inocentes. Los dos se han negado a responder a preguntas del fiscal, sólo han contestado a sus abogados.

Admiten el tráfico de drogas destapado por una prostitutaAdmiten el tráfico de drogas destapado por una prostitutaUno de los procesados se enfrenta a la mayor pena de cárcel por esta trama: siete años y seis meses. En su vivienda de Madrid se hallaron más de dos kilos de cocaína. 

El otro, para quien el fiscal pide una condena de tres años y ocho meses de prisión, ha declarado que no tiene nada que ver con las drogas. "No sé nada de la cocaína" hallada en un domicilio de Parla (Madrid) en el que, según ha dicho, ya no residía. En otra vivienda ubicada en la misma localidad en la que residía hallaron cierta cantidad de dinero, que ha justificado asegurando que era de su mujer y que se lo prestó para una operación de compraventa de vehículos. 

Todos cayeron a raíz de la denuncia presentada por la meretriz, que dio pie a una  investigación por un posible trapicheo de tráfico de drogas en prostíbulos y locales de ocio y que fue adquiriendo mayores dimensiones conforme avanzaban las pesquisas. 

Los agentes de la Guardia Civil empezaron a tirar del hilo y cuando consiguieron indicios de que el acusado Ramón R. d.l. T. y su hijo David R. d. l. M. se dedicaban al tráfico de drogas, principalmente cocaína y marihuana, pidieron al juez autorización para pinchar los teléfonos. Las escuchas llevaron hasta otras personas de Tomelloso, Manzanares, Pedro Muñoz, Albacete y Madrid. Se hicieron seguimientos, vigilancia y el número de acusado se amplió a 11. Hubo más detenidos, pero sus casos se fueron sobreseyendo porque los indicios eran más débiles.

Admiten el tráfico de drogas destapado por una prostitutaAdmiten el tráfico de drogas destapado por una prostitutaLos investigadores llegaron hasta Madrid, donde detuvieron a dos de los principales encausados en la trama. Se trata de los dos ciudadanos de origen dominicano que han negado los cargos que se les imputan. 

Robison José D. P. y Enllis R. se han presentado ante el Tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial como dos respetables ciudadanos que no tienen nada que ver el asunto de las drogas que les ha llevado al banquillo. Ambos se han negado a responder al interrogatorio del fiscal y sólo han contestado a preguntas de sus abogados.

Robison José D. P., que se enfrenta a siete años y seis meses de cárcel por un delito de tráfico de drogas, ha negado su participación en los hechos y ha dicho que no es la persona que aparece en las escuchas ni en las fotos. Se escuda en que le han confundido con un primo. En cuanto a la cocaína hallada en su casa (más de dos kilos) ha dicho que no sabía que estaba en la vivienda que, según sostiene, compartía con otras personas.

Enllis R. tampoco ha reconocido su voz en las escuchas y, por tanto, ha asegurado no saber nada respecto a lo que se dice como por ejemplo "a cuánto están poniendo el muñeco" o "compadre los caramelos son de calidad". Un lenguaje encriptado para referirse a la compra de cocaína. 

El procesado ha declarado a preguntas de su abogado que se dedica a la compra y venta de coches. 

En la primera sesión del juicio celebrada esta mañana también ha subido al estrado en calidad de testigo Rafael A. D. D., que sí ha admitido el delito. Ha declarado que "Enllis es mi compadre porque soy el padrino de su hija. Nos criamos juntos en la República Dominicana y le llamé para hacer el paripé como dicen ustedes, pero no tiene nada ver con las drogas. Él no es mi proveedor de cocaína", ha dicho el testigo y encausado.

Los tres están presos por esta causa y han permanecido esposados en la sala de vistas. Los abogados de los dos procesados que están siendo juzgados piden la absolución para sus clientes. Al inicio del juicio han planteado varias cuestiones previas, niegan que exista una conexión de Robison José D. P. y Enllis R. con la trama de tráfico y solicitan la nulidad de las escuchas. Sin embargo, el fiscal del caso defiende que no cabe la admisión de las cuestiones previas porque todo está bien fundamentado en los autos del juez de instrucción y porque nueve de los encausados han admitido los hechos: vendían cocaína en Tomelloso y otras localidades. Ramón d. l. R.T. y su hijo David d. l. R. M. se surtían de droga a través de Rafael A. D. D., quien  se abastecía de Enllis R. y Robison José D. P.

El juicio continúa mañana con la declaración de agentes de la Guardia Civil.