Elena Martín, una de las integrantes del dúo Las Virtudes, se muestra convencida de que preparar un pregón festivo a dos voces es «mejor, porque siempre es más rico, ya que cada una tiene su forma ver, su perspectiva, y eso hace que sea más divertido».

La ocasión para poner en práctica este razonamiento será el próximo sábado, cuando Martín y su compañera, Soledad Mallol, se sitúen ante el público de Ciudad Real, en la nueva carpa de la Puerta de Toledo, para pronunciar el pregón del Carnaval, a partir de las 19 horas.

Martín tiene vinculación familiar con Ciudad Real, donde ha estado varias veces y se declara atraída por sus gentes, a lo que añade que «del Carnaval, sabemos que sois muy originales y no termina tras el entierro de la sardina, que está declarado de Interés Turístico Regional y que no nos podemos perder el Domingo de Piñata», afirma. Mallol, a su vez, apela al recuerdo de que «cada vez que hemos actuado en Ciudad Real, el público nos ha tratado muy bien».

Martín considera que, hoy en día el humor «tiene menor repercusión televisiva, en general» y que casi toda la oferta actual «es de monólogos». Soledad Mallol añade sus preferencias sobre lo que hoy en día se ve en televisión, por encima de todos, Bob Pop y David Broncano, «porque improvisa muy bien», aunque lamenta que en este momento «hay muy pocas mujeres, y eso es una pena».

A la hora de elegir un lugar para realizar su espectáculo entre una pequeña sala o un teatro, Elena Martín reconoce que prefiere los segundos «porque en otros espacios hay distracciones, la gente puede estar charlando o tomando copas, pero en un teatro tanto la ausencia de otros sonidos como la concentración del público es mayor». Mallol corrobora las afirmaciones de su compañera respecto a su preferencia por determinadas salas, aunque al mismo tiempo introduce la consideración de que esas salas pequeñas son las que sirven para dar oportunidades a los que empiezan.

Elena Martín precisa que un espectáculo del dúo se va desarrollando poco a poco, «con un intercambio constante de ideas» y con la colaboración de muchas personas. «Las tareas nos las vamos repartiendo, una hace una cosa, la otra, otra, pero no siempre son las mismas, así es más divertido» relata. Su compañera añade: «Lo nuestro ha sido un poco de suerte, trabajo, sentido del humor y resultar simpáticas a la gente. Nos hemos reído con el público y hemos conectado con él», afirma.