El Palacio del Carnaval de Miguelturra acogió la celebración de la quinta edición del concurso Dejando Huella, que organiza la Peña Kapikúa con el patrocinio y colaboración del Ayuntamiento y varias tiendas de mascotas. Este singular concurso de disfraces, en el que las protagonistas son las mascotas disfrazadas junto a sus propietarios, contó con la participación de cerca de un centenar de personas, entre máscaras participantes y personas que acudieron a ver el desarrollo del concurso. Las siete mascotas participantes desfilaron por la pasarela del Cere arrancando los aplausos de todo el público asistente. El primer premio recayó en José Antonio y su mascota Jorry; el segundo clasificado ha sido Nuria Molina y Antonio José, mientras Rita Casas se alzó con el tercer premio. El resto de galardonados fueron Ana Céspedes, Francisco Javier Molina, Alba y Josefina Nieto, según informó el Ayuntamiento en una nota de prensa. Los premios fueron entregados por el concejal de Festejos, Diego Rodríguez Tercero; el presidente de la Asociación de Peñas del Carnaval, Raúl Domínguez; las Máscaras Mayores 2018 y 2019; la peña Kapikúa y representantes de las empresas patrocinadoras. Pero el Carnaval de Miguelturra no solo es el concurso Dejando huella, es también máscara callejera, quien tomó este lunes carnavalero las calles de la localidad. Un año más, las Peñas Los Rocheros y los Cansaliebres organizaron la concentración de máscaras que comenzó a las puertas del Ayuntamiento para recorrer las diferentes calles del municipio, como la calle Carnaval y las inmediaciones de la plaza de España. El ingenio llenó de nuevo las calles de máscaras acompañadas por las charangas y muchas peñas dando broma, con simpatía y espontaneidad. En definitiva con el buen humor por bandera, que es el espíritu del Carnaval de Miguelturra y de su máscara callejera. Y en estas fechas tampoco faltó el protagonismo de los más pequeños. La comunidad educativa de la Escuela Infantil Pelines tuvo una cita especial con el Carnaval de Miguelturra, disfrazados de ‘Pezqueñines’ los niños desfilaron desde su escuela hasta el céntrico parque Doctor Fleming, llenando de colorido las calles de la localidad. Así, esta comunidad educativa consiguió «brillar» con luz propia un año más con las costumbres más arraigadas del municipio.

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