Terry Prestjord se proclamó este fin de semana campeón de la Virtual Futsal Cup, una competición que citó a jugadores de los clubes de la Liga Nacional de Fútbol Sala con el objetivo de recaudar fondos para Cruz Roja y cuyos encuentros pudieron seguirse a través de internet y las redes sociales. 

El brasileño del Viña Albali Valdepeñas demostró ser un auténtico ‘jugón’ del FIFA 20. En este torneo compitió con el Albacete Balompié por proximidad geográfica y fue eliminando progresivamente a Álvaro (jugador del Alzira, que compitió con el Levante) por 3-1; Javivi (Ribera Navarra; Real Sociedad) por 3-1; Esteban (Sala 10 Zaragoza; Zaragoza) por 6-0; y ya en la final a Eloy Rojas (Palma; Mallorca) por 4-0.

Terry desvela que de siempre le han gustado los videojuegos, pero que fue a raíz de la grave lesión de rodilla que sufrió la pasada campaña cuando mejoró mucho. «Ganar la final fue lo más complicado, fue un resultado engañoso. Como suele pasar en la vida real, yo me adelanté, él tuvo que arriesgar y le pude pillar a la contra», relata entre bromas. 

«Lo más importante fue aportar nuestro granito de arena con esta iniciativa», resaltó Terry, que agradeció a los organizadores del torneo poder colaborar.

El jugador del conjunto vinatero vive estos días de confinamiento en Valdepeñas junto a su mujer y mantiene contacto a diario con su familia en Brasil. «Allí no hay tantos casos y me transmiten su preocupación por todo lo que les llega de España», afirma.

Tras una campaña muy complicada por una grave lesión de rodilla, Terry confiesa que esta temporada «me planteé el objetivo de ir poco a poco recuperando la confianza. Sabía que en una plantilla como la nuestra iba a jugar poco, pero de alguna manera quería ir recuperando sensaciones y volver a sentirme jugador. Cuando volví no tenía mucha confianza, pero poco a poco iba ayudando al equipo».

Plenamente recuperado, Terry prefiere no pensar mucho sobre cuándo volverá a retomarse la competición «porque lo importante ahora es la salud. Estábamos en una dinámica muy buena y, como demostramos en la Copa de España, teníamos una gran condición física y táctica. Si se pudiera volver a jugar, ojalá recuperásemos ese nivel, pero no tengo ni idea de qué pasará».

Por lo que pueda pasar, la plantilla valdepeñera continúa con sus entrenamientos, que hacen de forma conjunta a través de videollamadas, aunque evidentemente todos echan de menos el trabajo sobre la pista. De momento, ha podido ‘matar el gusanillo’ a los mandos de su videoconsola y dejando el nombre del Viña Albali en todo lo alto.