Pasado casi el verano, con la llegada del mes de septiembre, la vida municipal empieza a recobrar el pulso de la rutina y los equipos económicos de los ayuntamientos de la provincia de Ciudad Real ya tienen sobre la mesa el primero de los dos grandes proyectos que tendrán que resolver antes de final de año: la actualización de las ordenanzas de impuestos y tasas. De esa labor, y de los números que de ella se derive, dependerá en buena parte la segunda tarea a abordar unos meses después, la de elaborar los presupuestos de cara al próximo año. Y es que una parte y otra van íntimamente ligadas, porque cualquier retoque en la primera incide de manera decisiva en la segunda. No en vano, según las cifras recopiladas por el Ministerio de Hacienda al respecto de los presupuestos municipales de 2018, a las que ha tenido acceso este diario, seis de cada diez euros de los ingresos municipales proceden de manera directa de los bolsillos de los ciudadanos, a través del cobro de impuestos y tasas. El destino: en su mayor parte, al pago de gastos de personal, una partida que cuadruplica a las inversiones.

Los ayuntamientos de la provincia de Ciudad Real tuvieron unos ingresos del año pasado de 449,04 millones de euros, según los datos recabados por el Ministerio de Hacienda, a quien rinden cuentas las corporaciones locales. De esos ingresos, 275,71 millones de euros procedieron directamente del bolsillo de sus ciudadanos: 185,68 millones de euros en impuestos directos, 7,8 millones en indirectos y 82,18 millones a través de tasas y ordenanzas. La presión fiscal es, pues, la mayor fuente de ingresos de los consistorios, que tienen en las transferencias corrientes (sobre todo las que llegan de otras administraciones) la otra pata fundamental de sus economías, con más de 134 millones de euros a lo largo del año pasado. Por eso la tarea de actualización de tasas y ordenanzas es tan importante.

Eso en lo que entra, porque en los gastos la cifra ascendió a 447,08 millones de euros, y la partida más importante va dedicada al sostenimiento de las plantillas municipales, ya que el gasto en personal es la cuantía más elevada en el capítulo de gastos en las administraciones locales en el año 2018, con 186,73 millones de euros. Además, el gasto en bienes y servicios fue de 148,98 millones de euros, aunque luego el gasto en servicios sociales y servicios públicos básicos se amplió hasta los 167,24 millones de euros. La partida de personal supone, pues, casi un 42 por ciento del gasto total de los municipios, que aunque vieron crecer el pasado año su gasto en inversiones reales, gracias a la relativa relajación de la presión de Hacienda por la reducción importante de la deuda municipal, sigue siendo apenas uno de cada diez euros, un total de 40,79 millones de euros a lo largo del pasado ejercicio.