Pablo Buendía, director deportivo del Socuéllamos, está viviendo con intensidad estas semanas en las que permanece abierto el mercado, con el objetivo de terminar confeccionando una plantilla que logre la permanencia en el Grupo V de Segunda RFEF. Un lateral derecho y un delantero son las prioridades tras la llegada del ariete Miguel Ángel, procedente del Albacete, y las salidas de Luis del Ramo, Ginaid, Owona, Diakité y Dani Homet, a los que podrían sumarse dos futbolistas más. Muy reciente está también la destitución de Josico, al que Buendía admite que se le concedieron demasiados poderes a la hora de confeccionar la plantilla, «de lo cual me arrepiento», confiesa.

El sustituto elegido fue Sergio Campos, segundo de Josico, y que cuenta con toda su confianza. «Le conozco y tiene una capacidad demostrada en la gestión del vestuario y la plantilla. Conocía al equipo y sabe cómo hay que trabajar para lograr el objetivo», continúa Buendía, que resume la nueva filosofía en «ser más prácticos».

En esa lucha por la permanencia considera clave sacar adelante los partidos en el Paquito Giménez, que el pasado domingo estrenó nueva superficie de césped artificial con victoria ante el Atlético Pulpileño, la primera como local de la temporada, y en el primer partido con Campos en el banquillo. Buendía considera que «aún queda mucha competición y hemos dado la cara ante rivales que nos llegan hasta multiplicar por cinco nuestro presupuesto».

Con los cambios en la plantilla y en el banquillo, el albaceteño espera que el Socuéllamos «recupere su identidad» y eso contribuya a animar al aficionado porque «cada partido va a ser una final y nuestra salvación pasa por el Paquito Giménez», explica. El Socuéllamos ha concluido la primera vuelta decimosexto con 14 puntos y a seis del decimotercero, posición que da opciones de permanencia.