Alfredo Guzmán cumple sus primeras semanas como director deportivo del Calvo Sotelo. Un tiempo en el que el club decidió la destitución de Darío y la llegada de José Masegosa y en el que se está moviendo en el mercado para remodelar la plantilla y conseguir el objetivo de lograr la permanencia en el Grupo V de Segunda RFEF. Actualmente, el conjunto industrial es decimoquinto con 16 puntos, a cuatro de la decimotercera plaza, que da opciones de permanencia, y a cinco de la duodécima, que asegura la salvación.

«El cese Darío fue una decisión dolorosa y desagradable porque era una persona muy comprometida y que lo dio todo por el club. Pero había que buscar soluciones dentro de nuestras posibilidades y en eso estamos», afirmó Guzmán, que en cualquier caso prefiere mirar al futuro y no pensar mucho más en el pasado.

Sus primeras funciones cuando se vinculó a la entidad estuvieron enfocadas a las relaciones institucionales con el fin de acercar el club a la sociedad de la ciudad industrial. Sin embargo, en diciembre la junta directiva decidió que asumiera también la responsabilidad de director deportivo, siendo el nexo entre los dirigentes y la plantilla.

Ya como director deportivo una de sus primeras grandes decisiones fue elegir como sustituto de Darío   a José Masegosa, un técnico del que destaca «su profesionalidad y experiencia» y con el que ahora trabaja para reforzar la plantilla. 

En el debut del sevillano en el banquillo industrial el Calvo Sotelo cedió por 1-0 frente al Águilas en un choque donde la eficacia de los murcianos fue determinante, a juicio del director deportivo minero.

De momento, Diego Domínguez ha causado baja rumbo al Marbella de Tercera RFEF, y el club trabaja en varios frentes, esperando que en breve se pueda concretar alguna operación.

Con el claro objetivo de la permanencia, Guzmán es optimista de cara al futuro y avisa que si se consigue la salvación en Segunda RFEF el club tendrá ante sí un esperanzador porvenir y podrá continuar creciendo.