El calentamiento amenaza el cultivo de vid en la provincia

R. Ch.
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«Hay que adaptarse lo mejor posible», indican desde la Universidad de Alcalá

El calentamiento amenaza el cultivo de vid en la provincia

Si las temperaturas aumentasen hasta llegar a los 2°C, «las regiones del mundo que actualmente son idóneas para la viticultura podrían disminuir hasta en un 56%»; si ese aumento de las temperaturas llegase a los cuatro grados, «hasta el 85% de esas regiones dejarían de ser aptas para producir buenos vinos». La previsión para 2050 es que los termómetros en Ciudad Real marquen tres grados más de media de los que hay en la actualidad, con lo que la provincia aparece entre las regiones donde más problemas puede haber para mantener las condiciones climatológicas que convierten a Ciudad Real como el mayor viñedo de Europa.

Así se desprende de un nuevo estudio, liderado por el investigador de la Universidad de Alcalá Ignacio Morales-Castilla, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences donde se lanza la señal de alarma ante esos efectos por el calentamiento global del planeta y, al mismo tiempo, se apuesta por la reorganización del proceso productivo y por la diversidad de las variedades para disminuir su impacto. «Regiones líderes como Ciudad Real o Castilla-La Mancha seguirán siendo líderes de producción en el futuro, pero serán necesarias tomas medidas en cuanto a la producción» para adaptarse a un cambio que parece innegable.

cultura del vino. «El conocimiento, la cultura del vino en zonas como Ciudad Real nos hace pensar que esta posición privilegiada se va a mantener y aunque pueda ser que en zonas como el sur de Inglaterra se prevean mejoras en sus condiciones, hasta que lleguen a tener la infraestructura, el conocimiento o el sistema de distribución y un mercado que reconozca sus vinos pueden pasar mucho tiempo y el resto de productores no se quedarán de brazos cruzados», explica Morales-Castilla.

«Hay que adaptarse de la mejora forma posible», insiste este investigador que recuerda la existencia de variedades ya adaptadas a ese calor que también pueden reducir el impacto del cambio climático en los viñedos de Ciudad Real. «El mensaje del artículo es, en parte positivo, porque la diversidad nos puede permitir adaptarnos al cambio climático, pero también lanzamos un mensaje de advertencia, de que hay que tomarse esto en serio y de que tenemos que limitar el calentamiento», concluye.