Una nueva ordenanza municipal de convivencia regulará las conductas incívicas que degradan la ciudad y deterioran la calidad de los vecinos, desde el botellón, al vandalismo urbano o los ruidos que se generan en la calle o en el ámbito privado. La concejala de Seguridad, Ana Mazarro, ha explicado que se abre un proceso participativo de consulta ciudadana para la presentación de sugerencias, propuestas y aportaciones de entidades, colectivos, asociaciones y cualquier ciudadano que podrán realizar durante 15 días a través de la web municipal o en el correo electrónico ordenanzaconvivencia@puertollano.es. El siguiente paso será abrir una mesa de trabajo con colectivos, entidades y grupos municipales con las distintas iniciativas al documento inicial, la exposición pública del texto provisional, estudio y valoración y alegaciones y su aprobación definitiva por el Pleno de la Corporación Municipal, previsiblemente durante el mes de diciembre o a principios de año. Una ordenanza que Mazarro calificó como respuesta a la demanda ciudadana y el cumplimiento de un compromiso de la alcaldesa, Isabel Rodríguez, y del equipo de Gobierno, al objeto de ofrecer un recurso con el que ayudar a entender, respetar y preservar el espacio público como un lugar de convivencia y civismo, “en el que todas las personas pueden desarrollar en libertad sus actividades de libre circulación, de ocio, de encuentro y de recreo, con pleno respeto a la dignidad y a los derechos de los demás”.
Amenazas a la convivencia. Una convivencia que se ve amenazada por actuaciones incívicas, subrayó Mazarro, que se reflejan en daños en el mobiliario urbano, fuentes, parques, jardines, instalaciones municipales y en otros bienes, que suponen unos cuantiosos gastos de reparación, “que se podrían destinar a otras finalidades en favor de la convivencia y no en subsanarla, y que se sufragan por todos y cada uno de los ciudadanos”. Una normativa, afirmó Mazarro, con la que hacer un ejercicio de corresponsabilidad con la ciudadanía de Puertollano, fundamentada en la autoridad y sobre todo en la confianza, “consiguiendo así una herramienta útil y capaz de equilibrar las normas básicas de convivencia, con el fin de prevenir los conflictos de la vida cotidiana, buscar soluciones rápidas y efectivas para intervenir contra las actuaciones poco adecuadas, incívicas o ilícitas que suponen un detrimento de la calidad de vida de los vecinos y vecinas de nuestra Puertollano”. Asimismo Mazarro animó a participar con sus aportaciones a los vecinos y vecinas de Puertollano que estén dispuestos a realizar este trabajo conjunto, entre Ayuntamiento y ciudadanía, “para entre todos y todas propiciar la buena convivencia, desde el entendimiento y el respeto al espacio público haciendo así la ciudad que todos y todas queremos”.
La ley de seguridad ciudadana y botellón. Las palabras clave de esta nueva ordenanza serán pedagogía, educación, participación, comprensión y solidaridad, apuntó la portavoz del equipo de Gobierno, Ana Carmona, que recalcó que es necesario que nos demos normas cívicas para que podamos convivir. “Es un tema que nos preocupa a todos y el punto de inicio debe ser la ley de seguridad ciudadana y a partir de ahí lo vamos a regular”. Eso sí, Carmona ha dejado claro que serán duros con los actos incívicos, que serán perseguidos y sancionados.”Todos debemos respetar las normas públicas, que nos damos entre todos para hacer una convivencia mucho más importante”, indicó la portavoz. Una ordenanza en la que también se incluirá la regulación del botellón que ha adquirido mayor relevancia por el Covid. Al respecto la portavoz recordó que hay que decreto de alcaldía que apela al civismo y la responsabilidad y se mantiene la prohibición de venta de bebidas alcohólicas a determinadas horas en establecimientos comerciales. Asimismo, Ana Mazarro, señaló que el botellón es una preocupación del equipo de gobierno, que está muy interesado en ordenar y regular, que hay que encajar en la propuesta inicial y la legislación vigente con la del resto de propuestas que se hagan desde la mesa de trabajo.