Fue el 14 de julio de 1777, bajo el reinado de Carlos III, cuando fue fundada la actual Escuela de Ingeniería Minera e Industrial de Almadén (EIMIA). Hoy en día es la decana de la ingeniaría española y la tercera más antigua de Europa, solo por detrás de una en Alemania y otra en Rusia. Pese a su edad, 244 años que cumple precisamente mañana, esta Escuela, perteneciente a la Universidad de Castilla-La Mancha, va a celebrar este nuevo aniversario sacando pecho por su buena salud y con optimismo mirando hacia un futuro prometedor.
Estos actos comenzarán a las 12 horas y, entre otras actividades, se realizará la presentación de la nueva revista RI2S de la EIMIA sobre investigación, ingeniería y sostenibilidad, a cargo del profesor Doroteo Verastegui Rayo; también se presentará el proyecto ‘Unidad de suministro de combustible, tienda y plan de marketing digital’ de la Cooperativa Comarcal del Campo de Guadalmez y Alamillo (La Sococamgua), a cargo de Victoriano Chamorro Chamorro y Manuel Rayo Moreno, presidente y secretario de la cooperativa, respectivamente, y antiguos alumnos de la EIMIA; y para finalizar está prevista la entrega de diploma honorífico a Jaime Díaz Rodríguez, primer alumno que finaliza los estudios en el Máster Universitario en Ingeniería de Minas en la Escuela de Ingeniería Minera e Industrial de Almadén.
La EIMIA tiene en la actualidad 340 alumnos y espera que en el próximo curso se cubran las plazas que oferta, que son 25 por cada uno de los títulos que en ella se estudian: grado en Ingeniería Minera y Energética, grado en Ingeniería Mecánica y grado en Ingeniería Eléctrica.
Su director, José Tejero Manzanares, destaca que más del 90 por ciento de los egresados de la EIMIA encuentran trabajo de manera inmediata, e incluso durante las prácticas del último año. Un aval que está sirviendo para que muchos estudiantes de toda España e incluso del extranjero se interesen por realizar sus formación universitaria en Almadén. «Tenemos egresados en las mejores empresas del país y en las administraciones públicas, y también en empresas de Sudamérica y África», afirma Tejero, recordando que más de 70 de los alumnos de la Escuela son guineanos de procedencia.
De cara al futuro, no duda en que la demanda de plazas seguirá siendo muy importante para tres carreras que cada vez están más reconocidas: «El papel de la ingeniaría ha sido y va a ser determinante», asegura, sobre todo en un contexto de una apuesta cada vez más decidida por las energías renovables.
Por último, el director de la EIMIA subraya el gran papel social que la escuela desarrolla para la comarca de Almadén, una de las más deprimidas de la provincia. «Es un bastión para la zona, tanto económica como culturalmente. La Escuela es vital para su sostenibilidad y supervivencia». Por todo ello, anima a los alumnos que alberguen algún tipo de dudas, por su ubicación geográfica, para que elijan la EIMIA como lugar de estudios superiores, garantizando que «aquí van a cursar sus estudios con tranquilidad, en una ciudad con todos los servicios y en un lugar donde no faltan las actividades».