La Alta Velocidad es una de las prioridades del actual Ejecutivo. Si en las cuentas, que finalmente fueron rechazadas en el Congreso de los Diputados, las dos principales partidas presupuestarias tenían que ver con la reactivación de la línea de AVE entre Madrid, Alcázar de San Juan y Jaén y el mantenimiento de la red, y hace una semana el Consejo de Ministros daba luz verde a una inversión de 59 millones para mantener la línea, es ahora el Ministerio de Fomento, a través del Consejo de Administración de Adif Alta Velocidad, el que adjudica por importe de 36.505.617,3 euros (IVA incluido), el suministro y transporte de desvíos para la Línea de Alta Velocidad Madrid-Sevilla a su paso por las provincias de Toledo, Ciudad Real, Córdoba y Sevilla. Esta actuación, según apuntaron ayer fuentes del Ministerio de José Luis Ábalos, tiene por objeto «garantizar el óptimo funcionamiento de las instalaciones». El contrato ha sido adjudicado a la empresa Talleres Alegría, con sede en Asturias.

Los desvíos, según explicaron fuentes ministeriales, «son elementos fundamentales en la infraestructura ferroviaria, ya que permiten bifurcar una vía en otras dos y son necesarios para el correcto encaminamiento de los trenes a lo largo del trazado férreo». En este caso, los nuevos desvíos, que presentan mayores prestaciones que los instalados actualmente, se utilizarán en el marco de las tareas habituales de mantenimiento de la línea de alta velocidad Madrid-Sevilla.

En concreto, está previsto que los nuevos desvíos se instalen en Los Gavilanes, Mora y Urda, en la provincia de Toledo (6 escapes y 8 desvíos en total); en Malagón y Calatrava, en Ciudad Real (4 escapes y 3 desvíos); en Conquista, Villanueva de Córdoba, Adamuz y Hornachuelos, en la provincia de Córdoba (8 escapes y 10 desvíos); y en Guadajoz, Sevilla (2 escapes y 2 desvíos).