«Ser sacerdotes es cuestión de amor»

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El obispo de Ciudad Real, Gerardo Melgar, ha ordenado esta mañana sacerdotes a los diáconos Iván Bastante Villaseñor, Francisco Javier García de León Sánchez y Óscar Martín Biezma. La ceremonia ha sido concelebrada por unos treinta sacerdotes

«Ser sacerdotes es cuestión de amor»

El obispo de Ciudad Real, Gerardo Melgar, ha ordenado esta mañana sacerdotes a los diáconos Iván Bastante Villaseñor, Francisco Javier García de León Sánchez y Óscar Martín Biezma. Sus familiares y amigos han completado el aforo permitido de la Catedral para acompañar la entrega de tres hombres al servicio de la Iglesia, de Dios y del mundo. Una ceremonia concelebrada por una treintena de sacerdotes amigos y donde los cantos que han acompañado en la celebración, como suele ser habitual, han estado a cargo de la Coral Diocesana dirigida por el sacerdote Tomás Jesús Serrano.

El obispo, durante la homolía, se ha dirigido a los ordenados sacerdotes declarando que «hoy, la Iglesia diocesana de Ciudad Real reza por vosotros» y les ha invitado a ser «conscientes del gran regalo que Dios os ofrece en el sacerdocio ministerial del que vais a participar por medio de la ordenación sacerdotal, pero, al mismo tiempo, debéis sentir vuestra pobreza e indigencia para que sintáis en vuestro corazón y en vuestra vida la necesidad de la gracia de Dios». Y es que, Melgar ha afirmado que «ser sacerdote es cuestión de amor» señalando que es «amor a Dios, porque si amamos a Dios, amaremos a nuestra gente, a nuestro pueblo, a cada una de las personas que el Señor nos confíe para que les ayudemos a conocerle a Él y conociéndolo, amarlo y amándolo encarnar en sus personas el estilo de vida que Cristo quiere que vivamos».

En la oración de consagración, con las manos extendidas, el obispo Melgar ha pronunciado una extensa petición a Dios: «Te pedimos, Padre todopoderoso, que confieras a estos siervos tuyos la dignidad del presbiterado; renueva en sus corazones el espíritu de santidad». Antes, cada uno de los sacerdotes ha impuesto las manos en silencio y oración sobre los ordenandos. Después de terminada esta gran plegaria, el obispo ha ungido las manos sacerdotales y son revestidos con la estola y la casulla al modo de sacerdotal. Ya son, por la fuerza y la gracia de Dios, sacerdotes.

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Breve reseña. 

Iván Bastante Villaseñor es natural de Ciudad Real, de la parroquia de San Pedro y tiene 31 años. Como actividad pastoral en el Seminario se ha formado en Moral de Calatrava, Horcajo de los Montes, Arroba, Navalpino; con la pastoral penitenciaria en las prisiones de Herrera y Alcázar; en Villanueva de los Infantes, Malagón y Daimiel. Al terminar los estudios en el Seminario ha pasado este último año en el Valle de Alcudia, especialmente en Brazatortas y Fuencaliente.

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Francisco Javier García de León Sánchez pertenece a la parroquia de Santa María del Prado de Ciudad Real (La Merced), tiene 39 años y es natural de Ciudad Real. Ingresó en el Seminario tras estudiar Filología Hispánica y como formación pastoral ha estado en Torralba de Calatrava, en el Seminario Menor, en Daimiel y el último año de Seminario en Alcázar de San Juan, en la parroquia de San Juan Bautista, participando en las actividades de la pastoral penitenciaria en la cárcel y en pastoral de la salud en el Hospital Mancha Centro. Este último curso lo ha pasado en la parroquia de Los Ángeles de Tomelloso, participando en la pastoral de la salud en el Hospital y en Cáritas Interparroquial.

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Óscar hará 43 años el próximo 1 de julio. Natural de Consuegra, ingresó en el Seminario Diocesano de Ciudad Real en septiembre de 2014, después de estudiar Administración de Empresas. Durante sus años de estudio y preparación en el Seminario Diocesano ha realizado sus actividades pastorales en Villamayor de Calatrava, en Alcázar de San Juan, con atención en la prisión y en el hospital; en Herencia y, este último año en Argamasilla de Alba, donde fue instituido lector y acólito el pasado enero.