El virus marca el ritmo de las rebajas

D.A.F.
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El pequeño comercio reconoce que muchos clientes han dejado las compras para el último momento, lo que causa colas por la limitación de aforo

El virus marca el ritmo de las rebajas - Foto: Tomás Fernández de Moya

Las  primeras rebajas de 2021 llegan como un respiro para el pequeño comercio de Ciudad Real, y al final de unas Navidades en las que las compras se han retrasado algo más de lo habitual.

El presidente de la asociación Pyme Real, José Manuel Ruiz, espera que las rebajas «con la proximidad de las fechas de Reyes serán algo más animadas, pero en la línea que va todo el año». El también propietario de la tienda Gass, en la calle Ramón y Cajal, reconoce que «los españoles dejamos las cosas para última hora», a lo que se añaden las limitaciones por COVID-19, con lo que se forman colas en la calle y se ralentiza el servicio, lo que «es malo para todos».

Ruiz detalla que en su negocio, el punto fuerte es «el comercio de siempre. La gente conoce la tienda de Gass en Ciudad Real porque tenemos productos de primeras marcas para mujer y para hombre», con un trato personalizado.

El virus marca el ritmo de las rebajasEl virus marca el ritmo de las rebajas - Foto: Tomás Fernández de Moya

Prado Pérez, de la tienda de moda infantil Peques, en la plaza Mayor, observa las rebajas con reservas, «son más flojitas, por la situación que estamos viviendo por la pandemia», lo que se une a los problemas anteriores del pequeño comercio. En esta campaña se ofrecen artículos rebajados, que en varios casos llegan «hasta el 50%».

En la calle Toledo se encuentra la tienda de moda Carla, donde Daniel Sánchez reconoce que la campaña arranca «flojita», a lo que intentan responder con «precios suculentos para la gente» y con todos los productos en rebajas.

En la tienda Deportes Cronos, Rubén Pajarón califica la campaña de «atípica, por las restricciones, pero estamos teniendo bastante afluencia de gente», en lo que la principal demanda es el calzado deportivo y los abrigos.

Carolina Gómez, que ayer recorría el centro de la ciudad después de varias compras, reconoce que su objetivo es «comprarme lo justito, pero luego siempre pico», una idea en la que coincide con su hermana Montserrat. A su vez, Pilar de Haro cree que «ya hay algunas rebajas, pero todavía no son totales».