La tragedia ha vuelto a cebarse con el fútbol brasileño. Al menos 10 personas murieron y tres resultaron heridas en un incendio desatado en la madrugada de ayer en el centro de entrenamiento del Flamengo, el equipo más popular de Brasil, en Río de Janeiro, según informaron fuentes oficiales.
Las llamas destruyeron el alojamiento donde dormían jugadores de base del Flamengo, de entre 14 y 17 años, según afirmó el Cuerpo de Bomberos, que señaló que todos los fallecidos podrían ser adolescentes.
Hay, además, tres heridos que fueron trasladados de urgencia a hospitales de la zona con lesiones de diversa consideración.
Tragedia en Río - Foto: RICARDO MORAESDe acuerdo con la Secretaría Municipal de Salud de Río, Jonathan Cruz, de 15 años, está en «estado gravísimo» y será transferido para otra unidad; Cauan Emanuel Gomes, de 14, y Francisco Diogo Bento, de 15, están internados y están fuera de peligro.
El presidente del país, Jair Bolsonaro, apuntó sentirse «consternado» por el incendio y se solidarizó «con el dolor de los familiares, en un momento de luto».
El suceso se produjo alrededor de las 05,00 hora local en las instalaciones del denominado Ninho do Urubu, donde se entrenan el conjunto carioca y las categorías inferiores.
Los equipos de bomberos que acudieron al lugar consiguieron extinguir el incendio unas dos horas después y posteriormente trabajaron para evitar nuevos focos. Al parecer, un cortocircuito en una maquina de aire acondicionado fue el origen del suceso..
Familiares de los jóvenes se concentraron a las puertas de la ciudad deportiva flamenguista para obtener informaciones sobre el paradero de sus seres queridos. Varios de ellos formaron un círculo y rezaron.
El gobernador de Río, Wilson Witzel, decretó tres días de luto oficial por las víctimas del suceso, que ocurre dos años y dos meses después del accidente aéreo ocurrido en Colombia que acabó con la vida de casi toda la plantilla del modesto Chapecoense.
Río de Janeiro se recupera aún del fuerte temporal de lluvia y viento que arreció sobre la capital fluminense la noche del pasado miércoles y que dejó seis muertos, inundaciones, deslizamientos de tierra, la caída de unos 170 árboles y decenas de vehículos destrozados.
La zona oeste, donde se encuentra el centro de entrenamiento del Flamengo, fue una de las más afectadas por esa tempestad.
En 2018, el club, que es una potencia de jóvenes promesas en el país, inauguró una nueva estructura para la primera plantilla y dejó las instalaciones antiguas para los jugadores de las categorías base del club.