Disturbios de los temporeros del asentamiento de Albacete

Josechu Guillamón
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Decenas de inmigrantes se enfrentaron a la Policía, cortaron el paseo de la Circunvalación y lanzaron piedras, mesas y sillas alterados porque el confinamiento por la Covid no les permite trabajar en el campo. Algunos positivos están sin confinar

Disturbios de los temporeros del asentamiento de Albacete - Foto: José Miguel Esparcia

Josechu Guillamón / Albacete

Lo que inicialmente parecía una protesta tranquila, que llevó ayer a cerca de 200 inmigrantes del asentamiento de la Carretera de las Peñas -donde ya se han detectado 21 positivos por coronavirus- al cruce de esta vía con el paseo de la Circunvalación, se tornó violenta en cuestión de minutos.

Los primeros en sufrir la ira de los temporeros eran los clientes y trabajadores del bar Daniel, como explicaba a La Tribuna de Albacete una de sus camareras, Patricia Méndez. «Nosotros estábamos aquí atendiendo la terraza, que era la hora del almuerzo y estaba todo lleno; era sobre las 12,15 horas. Han aparecido los negros y la gente estaba tranquila, porque pensaban que era una manifestación pacífica, pero ellos empezaron a increpar a la gente que se ponía a grabar, increpaban a la policía, un cliente quiso grabar y empezaron a romper las mesas, las sillas, los vasos y ya nos asustamos un poco y la gente se metió dentro y tuvimos que cerrar el bar».

Sin embargo, la actitud violenta no cesó. «Luego no dejaron pasar los coches. Otros vecinos les dijeron algo y se llamaron entre ellos por grupos y se fueron a increpar al portal y la Policía se sintió desbordada, porque eran pocos».

De hecho, según corroboraban algunos testigos, los agentes fueron increpados, escupidos e incluso recibieron alguna patada, a pesar de lo cual el jefe de la Policía Local, Pascual Martínez, confirmó que no se habían producido detenciones en el lugar.

La camarera del bar Daniel aseguraba que los participantes en la protesta iban provocando. «Creo que ellos estaban buscando con quién meterse, querían que la gente les dijera algo para liarla, porque no tenían buena intención».

Por esta razón, cogieron las piedras que decoraban las zonas ajardinadas y la rotonda y comenzaron a lanzarlas con fuerza, como comentaba otro testigo que estaba en la terraza, F.M.P. «Ha venido una avalancha de morenos y han empezado a tirar sillas, mesas y piedras y han intentado agredir a varias personas. Uno de ellos no sé si me habrá contagiado el virus porque se me ha acercado sin mascarilla exigiéndome tabaco. Los policías no han tocado a ninguno; ellos sí, ellos han pegado patadas a los coches de la gente que pasaba por aquí, no les dejaban pasar, esto ha sido una guerra campal, de ellos contra el resto».

Al final la Policía y algunos de los temporeros más pacíficos lograban reconducir la situación y que los temporeros regresaran al asentamiento, aunque para ello Policía Nacional y Policía Local tuvieron que cortar la Circunvalación y la Carretera de las Peñas y mantener una fuerte vigilancia.

El origen. Aunque según el jefe de la Policía Local el origen de la protesta y los posteriores disturbios son las penosas condiciones en la que viven los inmigrantes en el asentamiento, el presidente del colectivo de apoyo al inmigrante (Acaim), Cheikhou Cisse, que colabora con la Consejería de Sanidad para que se realicen las pruebas a todos los moradores del lugar, explicaba que se debía a que los temporeros querían trabajar. «Esta mañana estábamos siguiendo con los test y ya ha empezado un grupo pequeño que la ha liado. Están enfadados porque dicen que llevan dos o tres días sin poder ir a trabajar y que ellos lo necesitan. De ahí ha venido el enfado. Algunos han empezado a decir que todo era un bulo, que es algo que han montado para que la gente no vaya a trabajar y toda esa historia. Ese grupo ha convencido a otros para hacer ese tipo de motín».

Cisse también manifestaba que en un par de semanas se celebra la fiesta del cordero y que muchos querían trabajar para comprar uno para sus familias

Esto provocaba que los voluntarios tuvieran que irse y que se interrumpieran los test. 

En cualquier caso, el vicealcalde y concejal de Seguridad, Emilio Sáez, transmitía ayer por la tarde un mensaje de tranquilidad a los ciudadanos. «Quiero transmitir un mensaje de calma, porque la situación está controlada y van a llegar refuerzos suficientes para que siga así». Pascual Martínez aseguraba que los agentes estaban preparados para que se mantuviera el confinamiento.

 

Casos positivos sin confinar

 Sobre las 11 de la mañana de ayer el Gobierno de Castilla-La Mancha, a través de la Dirección General de Salud Pública, confirmaba que, desde el pasado viernes, ya se habían realizado 370 pruebas diagnósticas PCR a las personas que conviven en el asentamiento de la Carretera de las Peñas en Albacete. De estas 370 pruebas diagnósticas, únicamente 21 habían dado positivo a la infección por coronavirus.

Aunque la Consejería de Sanidad explicaba que «desde la mañana de ayer, se ha procedido a evacuar a las personas que han dado positivo a través de PCR desde el asentamiento hasta el pabellón deportivo del Instituto Tomás Navarro Tomás de Albacete capital», lo cierto es que desde Cruz Roja, su presidente, Francisco Pérez, confirmaba a La Tribuna de Albacete, que durante toda la mañana no se había trasladado a los nuevos positivos al pabellón.

Aunque Pérez explicaba que sí que estaba previsto que se trasladara a dos inmigrantes al asentamiento, que habían tenido que ser atendidos por los servicios sanitarios puesto que se habían lesionado tras los disturbios. «Ambos habían dado negativo en las pruebas PCR».

Por la tarde. Ya por la tarde, el presidente del colectivo de apoyo al inmigrante (Acaim), Cheikhou Cisse, ONG que se ha encargado de buscar a las personas que dan positivo, explicarles la situación y ayudarles a recoger sus enseres para que Cruz Roja los traslade al polideportivo del IES Tomás Navarro Tomás, afirmaba que de todos los nuevos casos, sólo habían podido contactar con uno. «No nos ha dado tiempo a hablar con los positivos ni nada, hemos tenido que recoger e irnos. De los nuevos positivos sólo he podido contactar con uno, al que hemos llamado, hemos quedado con él y ha sido trasladado al pabellón».

El presidente de Acaim comentaba que había llamado a algunos más, pero que varios no le habían contestado y algún otro había colgado al decirle que había dado positivo, sin poder saber dónde se encontraba.

De esta forma, a los problemas de seguridad, que por suerte ya parecen controlados, se une el problema sanitario que genera que varios de los positivos no se hayan trasladado al pabellón. A esto hay que sumar el problema que se deriva de que ayer no se pudiera continuar con la realización de pruebas con normalidad, al menos durante buena parte del día.