Terapias a control remoto

N. S.
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Un grupo de investigadores de la Escuela de Informática inicia el desarrollo de una plataforma digital para la rehabilitación física o asistida de forma remota de personas mayores con problemas motores. El objetivo es mejorar su calidad de vida

Terapias a control remoto - Foto: Rueda Villaverde

Mejorar la calidad de vida de las personas es un reto constante y el envejecimiento de la población, una preocupación global que requiere de una visión integradora. Para el año 2025, según datos de la ONU, unos 1.200 millones de personas en el mundo tendrán más de 60 años de edad, y cerca de las tres cuartas partes de ellas vivirán en países en vías de desarrollo. «El envejecimiento tiene un coste para los países y es necesario buscar herramientas para mejorar la vida de nuestros mayores. En esta tarea, la tecnología, como en muchos otros ámbitos, juega un papel fundamental», defiende Juan Carlos López, catedrático de la Escuela Superior de Informática de Ciudad Real y director del grupo de investigación Arquitectura y Redes de Computadores (ARCO) de la UCLM.

Este grupo de investigación forma parte de las 36 instituciones de 14 países que crearán una plataforma tecnológica de información integrada, que reunirá una amplia gama de soluciones digitales para mejorar la salud, el bienestar y la independencia de las personas a medida que envejecen, dentro del proyecto europeo ‘Envejecimiento inteligente y saludable de personas mediante sistemas de apoyo (Shapes)’.

Juan Carlos López codirige desde Ciudad Real, junto a María José Santofimia, una de las siete patas de ese proyecto, que tiene que ver, en concreto, con la rehabilitación física en el hogar. «El objetivo es desarrollar herramientas tecnológicas, aplicaciones, que asistan a personas mayores si es posible en su casa, para aligerar el gasto asistencial y mejorar su autonomía».

Los cuatro profesores que trabajan por ahora en el proyecto, ya que la idea, según López, es que se vayan incorporando alumnos de la Escuela a medida que avanza, acaban de iniciarse en el desarrollo de la plataforma que ayudará a personas con problemas estrictamente motores o con origen neurológico. Es decir, las aplicaciones que desarrollen servirán para personas con movimientos incontrolados, dificultades de coordinación, alcance limitado o fuerza reducida o con mala accesibilidad al medio físico.

También se desarrollarán soluciones para una persona que, por ejemplo, haya padecido un ictus y las secuelas que le ha generado le impiden mover los músculos faciales. «Con las instrucciones de los psicólogos y fisioterapeutas crearemos una serie de rutinas y ejercicios que ayuden a la mejora motora de esa persona».

Estas herramientas digitales no sólo estarán a disposición de las personas mayores que afrontan una reducción temporal o permanente de sus funciones y capacidades, sino que también servirán a la población en general, «a todos aquellos que deseen mantener su salud y bienestar durante el mayor tiempo posible».

supervisión remota. La idea de estas herramientas es que se utilicen en el hogar, aunque el piloto de este programa se desarrollará en la residencia El Salvador, de Pedroche (Córdoba), con réplicas en Tesalónica (Grecia) y en las Islas Baleares. «La aplicación de estas soluciones tiene que ser visibilizada primero, por eso deben probarse en un lugar donde haya personas con estos problemas de movilidad, y en nuestro caso será la residencia de mayores de Pedroche», indicó el codirector del proyecto.

La supervisión remota de estas soluciones digitales persigue la reducción de costes y la mejora de la accesibilidad, especialmente en zonas con limitaciones para recursos asistenciales. Lo que se persigue es la adaptación del prototipo en función de las características de cada paciente y la mejora de la interfaz de usuario, con el fin de que cualquier persona mayor pueda utilizar esos sistemas en su propio hogar.

La plataforma Shapes, que se desarrollará a lo largo de cuatro años y está coordinada por la Universidad de Maynooth, agrupa a un total de 36 instituciones de 14 países europeos y está financiado con 21 millones de euros a través del programa Horizonte 2020 de la Unión Europea.

El Grupo Arco de Ciudad Real cuenta con un presupuesto de más de medio millón de euros, a lo que se suma la gestión del despliegue del piloto en la residencia cordobesa El Salvador.