Hace unos días, la Junta Local de Seguridad de la capital calificaba como «preocupantes» los datos de la evolución del coronavirus, que vive en enero uno de sus peores momentos de la pandemia, al menos, en cuanto a nivel de incidencia de los contagios, disparados desde las últimas semana y tras las celebraciones navideñas. Aunque Sanidad espera que las cifras vayan mejorando en los próximos días, de la mano también de la implementación de las medidas de nivel 3 reforzado, que se han traducido en el cierre perimetral de los 102 municipios de la provincia así como de la hostelería y las grandes superficies comerciales, la capital se ha convertido en el principal foco de contagios de la provincia.
El pasado viernes, las cifras referidas a nuevos casos situaban a Ciudad Real en un nivel de incidencia por encima de los 1.500 casos por 100.000 habitantes, un indicador que multiplica por seis los 250 positivos que marcan el nivel extremo de contagios por COVID-19. Hay que echar la vista atrás para comprobar que ese indicador, clave para determinar el ritmo de expansión del virus y las medidas para atajarlo, avanza aún desbocado. El primer recuento de la incidencia, en la segunda quincena de agosto, estaba en apenas 314 contagios por 100.000 habitantes y llegó a alcanzar un pico de 635 positivos a mediados de septiembre para volver a bajar hasta rozar el límite del riesgo alto, con 261 casos a inicios de octubre. A partir de esa fecha, la realidad epidemiológica de la capital se estabilizó en la barrera de los 480 contagios hasta llegar a las semanas del 7 al 20 de diciembre. Desde el puente de la Constitución, esa curva de incidencia pasó de 528 infecciones a 740 para repuntar a 874, saltar la barrera de los 1.200 positivos en la recta final de diciembre y acabar en 1532 casos entre el 4 y el 17 de enero. Desde el puente de la Constitución, la incidencia se ha triplicado en la capital.
De hecho, la situación ha empeorado y mucho desde las navidades. Desde la semana 52, la comprendida entre el 21 y el 27 de diciembre, metidos de lleno en las fiestas, Ciudad Real ha registrado 1.519 contagios hasta el 17 de enero. En menos de un mes se han notificado, de media, casi 60 positivos al día, lo que supone que el dos por ciento de los vecinos de la capital se ha contagiado por COVID-19 en apenas tres semanas en un periodo navideño que ha colocado a prácticamente todo el territorio ciudadrealeño en niveles de riesgo extremo por los contagios.
hospital «comprometido». Irremediablemente, esa situación ha colocado a la capital como uno de los grandes municipios de España que más afectado se ve por la pandemia y a su hospital, en uno de los que mantiene la situación más «comprometido», en palabras del consejero de Sanidad, Jesús Fernández, su nivel asistencial en la región, junto con el de Toledo capital.
Aquí, las hospitalizaciones no han hecho otra cosa que crecer desde las poco más de 50 con las que despedía el año 2020 a alcanzar picos de 200 ingresos en planta a inicios de la pasada semana. Una presión que se ha llegado a multiplicar por cuatro en poco más de 20 días, a la espera aún de la incidencia que el pico de contagios registrado en los últimos días pueda llegar a tener en una mayor demanda de camas en el hospital en las próximas semanas.