Al servicio de la dignidad de todas las personas

Hilario L. Muñoz
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La recién elegida directora de Cáritas señala la importancia de proyectos a poner en marcha: una tienda de ropa y las tarjetas monedero

Al servicio de la dignidad de todas las personas - Foto: Tomás Fernández de Moya

"Me quedé en shock". De esta manera tan gráfica ejemplifica Concepción Aranguren, ‘Conchi’, el momento en que esta semana recibió la llamada de Fermín Gassol, ya exdirector diocesano de Cáritas, para decirle que había sido elegida para sustituirla en este cargo voluntario. Aranguren, voluntaria del programa Empresas con Corazón de Cáritas, no entendía cómo era posible que «con todo el personal que hay en la provincia, gente tan válida» recayera en ella. Aceptó el cargo y aún emocionada recuerda que entró en Cáritas con la intención de ayudar a quienes viven con lo básico. 

En su labor futura hay dos grandes proyectos dirigidos a dotar de mayor dignidad a las personas y que son fruto de una labor continuada en el tiempo. «Estamos tratando con personas» que deben tener «dignidad como hijos de Dios», señala Aranguren. El primero de estos proyectos son las tarjetas monedero que Cáritas pondrá en marcha junto a Globalcaja. «Cáritas Diocesana ha trabajado por poner a la persona en el centro» y, en este sentido, la «la libertad y la autogestión» ha sido «siempre el objetivo», apunta el secretario general de Cáritas, Ángel Ruiz Moyano. Con las tarjetas monederos se generan unas relaciones de confianza con las personas en situación de exclusión, para que sean ellas las que se suministren, las que tengan independencia a la hora de elegir qué elementos quieren, qué quieren comer y cuándo. 

El segundo aspecto novedoso es la apertura en semanas de la primera tienda Moda Re-. Se trata de una tienda que se ha pensado «para dar puestos de trabajo» y como último eslabón del proyecto de recogida de ropa que Cáritas tiene en casi toda la provincia, explicó Aranguren. La intención es que en semanas se abra este espacio, en la calle Calatrava, de la capital, que en principio dará empleo a tres personas, sumadas a las cuatro contratadas de la recogida, donde podrá acudir cualquier persona a comprar, no solos las que están en personas de vulnerabilidad. En un mismo sitio confluyen quienes tengan necesidad de ropa y quienes acudan por la moda de comprar algo de segunda mano. «Coincidirán en un sitio comprando la ropa quien la pague y quien no». Se abandonan los roperos para que la persona pueda elegir aquello que quiera. 

Más allá de estos proyectos, Aranguren señala que su intención es «conocer Cáritas, a todas las personas», algo que hará una vez se haya situado en su nuevo papel. La intención es «estar al servicio» de lo que se le pida para aprender de una entidad que «es grande en su labor», interviniendo en los «muchos escenarios de pobreza» que hay repartidos en los municipios de Ciudad Real.