La radiografía de la natalidad en España hace años que viene reflejando un descenso significativo, una tendencia que la pandemia no ha hecho más que agrandar y que ha motivado al Ayuntamiento de Ciudad Real a abordar una flexibilización de los requisitos con el objetivo de llegar a más familias, dado que, además, año tras año queda sobrante en la partida destinada a esta finalidad. Así, entre los cambios que quiere abordar el Consistorio destaca el relativo a la renta, de manera que se pasará de concederla sólo a aquellas familias cuya renta per cápita mensual no supere el 100% del Iprem -564,9 euros al mes-, a limitarse sólo a aquellas familias que superen cinco veces el Iprem, con independencia del número de miembros de la unidad familia.
La modificación supondrá, por ejemplo, que una pareja que sumaba entre ambos 1.800 euros mes y tuviera un hijo se quedaba fuera hasta ahora de estas ayudas al ser tres miembros en la unidad familiar y superar dicho índice, mientras que ahora sólo se excluirá a las familias que tengan ingresos superiores a los 2.824,5 euros al mes.
«Lo que planteamos es que llegue a las familias de renta media», indicó la concejala de Acción Social, Matilte Hinojosa, quien reconoció que hasta ahora sólo iba destinado a ayudar a las rentas más bajas, siendo el criterio económico el principal motivo de rechazo de las solicitudes.
No será el único cambio que abordará el Consistorio, ya que también plantea incrementar su cuantía de los 600 hasta los 750 euros, una medida no obstante para la que necesita de la autorización de la Junta de Comunidades y del Ministerio y que espera lograr «este año», una vez que el servicio de Intervención les remita los informes oportunos. Acción Social quiere aprovechar para abordar dichos cambios a la vez, y al que sumará un tercero: la eliminación del requisito de que las mujeres víctimas de violencia de género lleven un año empadronadas en la ciudad. El resto de criterios se mantendrán, en concreto, ser español o extranjero con residencia legal en España (para ambos progenitores); que ambos progenitores lleven un año empadronados en la capital y, para el caso de los desempleados, estar inscritos en la Oficina del Servicio Público de Empleo con una antigüedad mínima de tres meses antes del nacimiento del bebé. Esta ayuda también se concede para los casos de adopción.
Durante el año pasado, se aprobaron 83 chequés-bebé, lo que supuso un desembolso de 49.800 euros, por lo que el sobrante de la partida superó los 80.000 euros (hasta los 130.000 euros totales).
Los datos contrastan, y mucho, con los 620 cheques-bebé que se entregaron en el año 2011 a aquellas familias que dieron la bienvenida a un bebé. No obstante, fue unos meses después, en marzo de 2012 cuando se endurecieron los requisitos de acceso y se introdujo el criterio de la renta de las familias, de manera que el número de cheque-bebé que se concedían fue bajando y de hecho en 2019 se situaron en sólo 81 de los 122 solicitados.
«Hay presupuesto de sobra para subirlo», afirmó el edil de Hacienda, Nicolás Clavero, quien se refirió a los trámites que está llevando la Concejalía de Acción Social para ello. La concesión del cheque-bebé se plantea por parte del Consistorio como una ayuda para hacer frente a los primeros gastos que supone la llegada de un hijo, si bien, Hinojosa señaló que para lograr el fomento de la natalidad hacen falta otras medidas como estabilidad laboral o facilidades de acceso a la vivienda. El cheque-bebé se puso en marcha en Ciudad Real a mediados de 2007 y fue una medida estrella de Rosa Romero tras su ascenso a la Alcaldía dicho año.