Fue a la fiesta por la música tecno, "no a vender drogas"

Pilar Muñoz
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El acusado de 'menudeo' de cocaína y pastillas de éxtasis declara que la droga era para su consumo y de unos amigos en una fiesta de música electrónica en un local de Valdepeñas. El fiscal no cree su versión y mantiene la petición de cárcel

Fue a la fiesta por la música tecno, "no a vender drogas" - Foto: Tomás Fernández de Moya

Acudió a una fiesta tecno que se celebraba en un discobar de Valdepeñas porque le gusta la música electrónica, no para traficar con cocaína y pastilla de MDMA (éxtasis). La droga que se le intervino en el cuarto de baño del local (cuatro gramos) era para "consumo propio" y de sus amigos, ha declarado un hombre de 30 años enjuiciado esta mañana en la Audiencia Provincial de Ciudad Real por un presunto delito de tráfico de drogas. "Sólo pasé al cuarto de baño a consumir, no a vender", ha asegurado tras descolgarse con que hoy en día más del 70 por ciento de la gente consume drogas. 
Ha reiterado que estuvieron "consumiendo toda la noche" (madrugada del 19 de abril de 2015) y que él también "había bebido bastante". Sin embargo, el fiscal no ha creído su versión en base a las pruebas y testimonios de dos policías nacionales que formaban parte de un operativo de vigilancia porque estas fiestas "son proclives" al consumo y venta de sustancias estupefacientes. 

De ahí que el fiscal jefe, Luis Huete, que ha ejercido el Ministerio Público en el juicio, haya elevado a definitivas sus conclusiones provisionales y solicitado una condena de dos años de cárcel para el encausado, una pena que considera "proporcionada" a los hechos juzgados porque la intención era conseguir un beneficio económico y "la salud pública está en juego con esa transacción". 

El fiscal cree probado que las veces que pasó al cuarto de baño del establecimiento donde se celebraba la fiesta tecno no era para consumir, sino para vender papelinas de cocaína y pastillas. "Está verificada la transacción", ha subrayado el fiscal jefe en alusión al testimonio prestado por dos policías en la vista oral a través de viodeoconferencia.

Los agentes han explicado que acudieron de paisano al local y se mezclaron con la gente para "verificar" el tráfico y menudeo de drogas que es "proclive" en fiestas  tecno y conciertos. Una vez dentro observaron que un hombre entraba y salía con frecuencia del cuarto de baño. Uno de ellos entró y vio un 'pase', una transacción. El acusado, según el agente, "le entregó algo" a un posible cliente y este le dio un billete arrugado adrede para que "no se vea en el apretón de manos", el 'pase' de droga y dinero. Después el encausado trató de deshacerse de la droga cuando se percató de la llegada de agentes uniformados avisados por sus compañeros camuflados entre los asistentes a la fiesta tecno.

Para el fiscal, es un caso claro de 'menudeo', aunque el acusado se descuelgue con una declaración exculpatoria, diciendo que la droga era para él y que trató de tirarla por miedo a una multa y evitar que se enteraran sus padres por "vergüenza".

De su lado, el abogado Miguel López, que defiende al encausado y pide la absolución, ha refutado la tesis del Ministerio Público en su alegato tras considerar que son "meras sospechas y conjeturas" de los agentes y "existen serias dudas" respecto a lo que le pudo entregar a otra persona. 
El letrado ha puesto en tela de juicio las manifestaciones de los policías respecto a que no pudieron identificar a los supuestos clientes. Los agentes "han alegado que había multitud de personas, pero en el cuarto de baño sólo estaban el ahora acusado, el  supuesto cliente y el policía", ha remarcado el abogado Miguel López.
Del mismo modo, ha aludido a que uno de los agentes ha dicho que le vieron pasar al cuarto de baño unas tres veces, cuando tras la detención señalaron que había ido en multitud de ocasiones. También ha cuestionado y rebatido la teoría del billete de 50 euros arrugado. La versión de los agentes, ha añadido, es compatible con lo declarado por el acusado, que era para consumo propio. 
En cuanto a por qué no ha presetando en su defensa a los amigos que estaban con él consumiendo, ha dicho que su cliente no ha querido implicarlos porque para ellos como para el propio acusado "es una vergüenza".