¿Las matemáticas son un lenguaje universal?

Es cierto, son un lenguaje universal y una herramienta para toda la vida, cotidiano y fundamental.

¿Cómo ha sido la experiencia de introducir en las escuelas de los campos de refugiados saharauis la posible participación en las Olimpiadas Matemáticas?

Ha sido bastante positivo, en principio lo pensamos porque creemos que estos niños también tienen derecho a tener estos concursos. La experiencia con el director del centro fue muy interesante. Fue muy gratificante en contacto con los profesores de matemáticas de allí, estuvieron muy interesados en el proyecto que les presentamos de hacer un concurso con los chicos. Vamos a empezar ya a prepararlo y volveremos allí a principios de diciembre.

¿Qué es necesario para organizar algo así en el desierto?

Pensaba que como el español es el segundo idioma saharaui, todos sabían leer y escribir en castellano un poco más de lo que saben realmente. La gente mayor es la que lo habla más. Esos son los problemas que nos estamos planteando, tendremos que poner traductores.

¿Qué instituciones están trabajando para hacer posible la olimpiada matemática de los refugiados?

En principio, la idea salió del proyecto Sobre la arena, bajo las estrellas, que lleva Julia Díaz, yo estoy en ese proyecto y trasladé que podíamos hacer algo de este tipo. Contamos con la Sociedad Castellano-Manchega de Profesores de Matemáticas, pedimos un proyecto de cooperación para este año que se está desarrollando con la Universidad de Castilla-La Mancha. Nos han destinado una pequeña subvención que se emplea en los viajes a los campamentos, el material que hay que llevar, ordenadores… De momento, la ayuda recibida nos ha servido para poder ir y ver cómo están las condiciones allí.

¿La olimpiada matemática es una forma de buscar jóvenes talentos?

No, la búsqueda de talentos se puede hacer de muchas formas. En principio, las matemáticas de concurso se hacen para motivar a los chicos a pensar en las matemáticas, motivar a los profesores y dar un empujón, en general, para la vida. Sobre todo, recuperar la parte lúdica de las matemáticas. Cuando los chicos van a una Olimpiada Matemática, aunque no ganen nada vuelven a sus clases mucho más participativos e implicados.

¿Qué esperan de los chicos saharauis?

Que participen. Nos hemos traído los libros que tienen ellos en secundaria, en árabe, que nos han dejado sus profesores, para que veamos los niveles que ellos tienen. Creo en el talento y el razonamiento de los seres humanos, da igual dónde nazcas y dónde estés. Los chicos tienen una imaginación increíble, a veces idean soluciones mejores que las de sus profesores y creo que va a volver a pasar.